CALLARSE

Nadie puede dudar que vivimos tiempos que tienen características muy especiales. Podríamos decir que estamos viviendo los que se parecen mucho a los del fin, como le explicó Jesús a los discípulos.

Y una de las grandes características que tendrán estos tiempos será que habrá muchos que se animen a ser partícipes de los acontecimientos y otros, que tratarán de evitarlos.

Unos se enfrentarán a las circunstancias con la fe puesta en Jesús y otros se amedrentarán y buscarán pasar lo más desapercibidos posible, imitando el triste ejemplo de Pedro con su negación.

Pero como son estos tiempos cercanos al fin?

Tremendamente difíciles. Fundamentalmente porque nuestra naturaleza nos obliga a obrar con el principio de supervivencia, que nos hace alejar de cualquier situación que nos pueda afectar.

En otras palabras: Obraremos primero que nada por nuestro interés personal y luego dejaremos la posibilidad de obrar como creyentes y seguidores del Hijo de Dios.

Ese interés personal afecta las posturas de firmeza que deberíamos asumir, disfrazando nuestra conducta con la trampa de las buenas maneras y de buscar la armonía y la unidad fraternal.

Así justificaremos que a la hora de hablar, nos callemos. Que a la hora de actuar, no actuemos. Que a la hora de defender la Verdad, nos escondamos.

Habrá muchos quienes nos aconsejarán que lo más prudente sea callarse. Pero siempre tendremos en algún pliegue de nuestra memoria, el mandato de llevar el Evangelio. Y para hacerlo tendremos que hablar!

Jeremías 4:19

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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