CONFUSIÓN

En nuestra condición de creyentes más de una vez nos habremos encontrado con situaciones donde nos resultaba bastante difícil de entender lo que ocurría.

No solamente de entender lo que estaba pasando, sino también que actitud deberíamos asumir frente a determinados hechos y lo que es más importante, como pronunciarnos sobre ellos.

Especialmente difíciles son las situaciones que se generan en las propias congregaciones, donde por principio somos todos iguales poconfur lo que los conflictos asumen otras dimensiones.

Se ha repetido tantas veces una frase popular,  “el que calla otorga” que pareciera que ha obtenido la condición de verdad absoluta, cuando en realidad es una frase más. Porque el silencio es prudencia.

La confusión gana rápidamente posiciones en nuestro interior, porque es lo contrario de la certeza y por tanto está más próxima a las emociones y a los sentimientos que distinguen a los humanos.

Por esta razón podemos tener la seguridad que la única manera de enfrentar la confusión es confrontando la situación que la genera, con la Palabra.

Es la única herramienta idónea para valorar cualquier situación frente a la  debamos definirnos. La Palabra nos dará siempre la tranquilidad de que en medio de la confusión, surgirá su mayor enemiga: La Verdad.

2 Crónicas 19:9
Diego Acosta García

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