CONGREGACIÓN del SÉPTIMO MILENIO

PERDONAR ES POSIBLE

Estaba escuchando una entrevista a una mujer miembro de una Asociación de mujeres musulmanas y como hay un debate abierto en la sociedad a cerca de la prohibición del burka, escuché atentamente lo que decía la mujer.
Ante las preguntas del entrevistador ella se iba por la tangente llegando a decir que bastantes problemas tiene nuestro país como para pararse a hacer una ley en contra del velo que cubre toda la cara de las mujeres musulmanas. lourdes
Tengo que confesar que me indigné, “pero bueno si estamos con el corazón roto viendo lo que están haciendo en los países musulmanes a los cristianos” subió mi enojo ¿ Cómo se atreve a juzgar los problemas que tiene nuestro país si nosotros les acogemos y hasta pueden tener sus mezquitas? ¿ Pero cómo pueden decirnos en nuestra cara que no podemos poner leyes que coarten su libertad de religión? ¿ Permiten ellos en sus países que los cristianos lleven crucifijo?
Qué difícil es escuchar sin sacar nuestras propias conclusiones, escuchar sin juzgar sobre todo cuando estamos viendo como en algunos países musulmanes los cristianos están viviendo un genocidio, exterminación y sin posibilidad de defenderse, de esgrimir el argumento de que ellos se acogen a la libertad religiosa, ni siquiera tienen la defensa del organismo que se encarga de los derechos humanos porque en ciertos países los derechos humanos no son respetados.
Entonces vino a mi corazón este versículo: ( De tal manera amo Dios al mundo que ha dado a su único hijo para que todo aquel que en Él cree no se pierda más tenga vida ) Juan 3: 16; no pude dejar de exclamar ¡ Señor tú has muerto por cada uno de los seres humanos, también por los musulmanes, también por los genocidas, los asesinos, los que sacrifican a tus hijos!
E inmediatamente sentí la necesidad de pedir perdón a Dios por sentir lo que sentí cuando oí hablar a esa mujer musulmana, sentí vergüenza, rabia e impotencia porque yo no puedo juzgar lo que hace alguien que está ciego, más bien no debo juzgar, Dios me manda perdonar y amar, amar, amar.
De tal manera amó El, así tengo que ejercitarme yo en el amor. Jesús dijo: Oísteis que fue dicho: Amarás á tu prójimo y aborrecerás á tu enemigo. Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos é injustos. Mateo 5: 43 al 48.

Que el Señor nos ayude.

Lourdes Díaz – España

www.septimomilenio.com

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