EL DESÁNIMO

Una de las responsabilidades de los hermanos mayores en una congregación, es la de estar atentos a lo que les ocurre a quienes son más jóvenes en la fe.

Es una actitud de misericordia y amor hacia quienes tienen poco camino recorrido en las cosas del Señor y cuidarlos con el mejor de los ánimos.

Esa fue precisamente la razón por la que advertimos que una pareja de hermanos tenía una forma de participar de los Cultos, que evidenciaba que no se encontraban bien de ánimo.

Se lo comentamos y tras algunas preguntas y respuestas, advertimos que les estaba dominando un gran sentimiento de desánimo, razón por lo que se estaban alejando no solo de la Iglesia sino del propio Dios.

La cuestión era encontrar lo que provocaba ese desánimo. El Espíritu nos reveló que los hermanos estaban angustiados por lo que ocurría con los hombres y mujeres del mundo que triunfaban a pesar de sus malos actos y comportamientos.

Recibimos Sabiduría de lo Alto para recordarles que nunca el Mal prevalecerá sobre el Bien, que nunca los pecados quedarán impunes y que la alegría del presente, se convertirá en amarga tristeza el Día del Juicio.

Números 16:26
Diego Acosta García

Deja una respuesta