EXAMINAR

Pareciera que los que nos llamamos hijos de Dios deberíamos aceptar todo lo que se nos dice y lo que se nos escribe, por el simple hecho de que provienen de personas también creyentes.

En realidad debemos hacer todo lo contrario. Muchas veces los mensajes que recibimos están condicionados por realidades que ignoramos o lo que es peor, no deseamos ver.

Los condicionantes son las circunstancias personales de quienes son autores de los examinar1mensajes, que pueden estar relacionadas con intereses económicos o por la satisfacción de los egos.

Por esto es que debemos examinar, incluso este mismo Devocional, para que en la confrontación con las Escrituras surja la Verdad y no las semiverdades.

Estamos viviendo los días relacionados con el final de los tiempos y por tanto todo lo que nos advirtió Jesús cobra una dimensión real al ser protagonistas contemporáneos de grandes acontecimientos.

Pero como es de suponer siempre hubo y siempre habrá quienes se oponen a esos acontecimientos, a sabiendas o siendo instrumentos de las fuerzas que encabeza el enemigo de nuestra fe.

No dudemos ni por un momento de examinar todo lo que llega hasta nosotros. Es la manera de preservar nuestra fe, nuestra relación con el Señor y de poder identificar a quienes se oponen al tiempo Glorioso.

1 Tesalonicenses 5:21-22
Diego Acosta García 

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