HERRUMBRE

Cuando algo se ensucia se puede limpiar…esta afirmación demasiado obvia en principio es sin embargo un mensaje dado por Jehová a quienes habiendo estado sucios, nos ha limpiado.

Sin embargo hay quienes a pesar de la obra del Eterno persisten en seguir en la suciedad, se resisten a abandonar el grado de limpieza que solamente Él puede otorgar.

Vana actitud de los hombres, la de ser limpiados y buscar seguir viviendo en la suciedad porque nos exponemos al castigo que herru1con toda seguridad recibiremos por el pecado.

El herrumbre que ha limpiado el Señor, mencionado por Ezequiel,  no es otra cosa que la lujuria que llega a dominar a los hombres más allá de cualquier cosa imaginable, porque es en definitiva la más elemental de las acciones humanas.

Esta advertencia acerca de vivir en pecado, de ser esclavos de nuestra carne, nos debe hacer reflexionar acerca de cómo es nuestra conducta con relación a los propósitos del Señor.

El profeta advierte a los habitantes de Jerusalén acerca de sus comportamientos y nos advierte también acerca de los nuestros, para que no persistamos en la actitud pecadora.

El Señor nos quiere limpios y nos limpia, pero cuando insistimos en vivir en la inmundicia nos exponemos a su ira y su castigo, porque Él odia el pecado, pero a pesar de todo sigue amando a los pecadores.

Ezequiel 24:13-14
Diego Acosta García

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