LA REBELDIA HORARIA


Un día los hombres decidieron que Dios se había equivocado y entonces tomaron la decisión de enmendar su error. Ese día establecieron el horario de invierno y verano para una parte importante del mundo.

Los argumentos acerca de los errores de Dios fueron múltiples y fueron desde la economía hasta mejorar la calidad de vida de millones y millones de personas.

La realidad ha demostrado lo absurdo de la decisión del cambio horario, puesto que los objetivos tan notables que se habían anunciado no se cumplieron.

En nuestra vida puede ocurrirnos lo mismo. Un día decidimos que Dios se ha equivocado, que nuestra vida tiene que ser diferente y entonces nos establecemos normas dictadas por nuestra razón.

Según pasan los años vamos comprendiendo que aquellos poderosos pensamientos que nos hicieron confrontar con Dios a propósito de nuestra vida, no eran válidos.

Entonces comenzamos a comprender muchas de las cosas que nos han ocurrido y advertimos que nos enredamos en el lazo de nuestra inteligencia y en el engaño de nuestra capacidad.

Tenemos la opción de arrepentirnos por nuestro error, clamar por la misericordia del perdón y entonces volver a entregar nuestra vida a los designios de Dios.

Aunque los hombres persistan en su rebeldía contra Dios, que se manifiesta dos veces al año con un cambio de horario.

Génesis 1:18
Diego Acosta García

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