LA RESPUESTA PERFECTA

En una reunión dedicada a los estudios bíblicos alguien preguntó si existían las respuestas perfectas a los interrogantes que nos podíamos plantear los creyentes.

Como pregunta era excelente y exigía no solo conocimiento de la Biblia, sino también tener Sabiduría de lo Alto para no confundir a los jóvenes que comenzaban a estudiar los textos sagrados.

Mientras debatíamos la respuesta advertimos que el maestro que estaba a cargo del estudio se sonreía y nos llamaba a reflexionar acerca de la naturaleza de la respuesta.

Explicó que si buscábamos respuestas perfectas no las deberíamos buscar como humanos sino como creyentes y por tanto el único camino que teníamos era buscar en la Biblia lo que Dios responde.

El maestro enseñó que no hay fuente más segura para encontrar respuestas a cualquier interrogante que la propia Palabra de Dios, porque es perfecta e inmutable.

Buscar en la Palabra las respuestas que precisamos nos garantiza que tendremos lo que buscamos de una manera categórica y sin errores. Esto no quiere decir que la respuesta de la Biblia sea la que a nosotros nos guste.

Salmos 119:42
Diego Acosta García

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