LA SOLEDAD

Por qué muchas veces nos sentimos solos? Incluso podemos llegar a sentirnos abandonados, viendo como otras personas disfrutan de relaciones, de amistades, de familias.

Que es lo que nos sucede? Es bueno reflexionar sobre esto, porque debemos advertir que como somos seres únicos, diferentes, nuestras conductas también son diferentes.

Hay quienes enseñan que es necesario esforzarse para desarrollar el relacionamiento social, sin pensar que eso significa insinuar que cambiemos nuestra forma de ser y llegar a mostrarnos como no somos.

No porque seamos más sociales seremos mejores, en todo caso seremos diferentes y por tanto todo lo que hagamos y todo lo que digamos, será diferente a lo que hacen y dicen otras personas.

La búsqueda compulsiva de relaciones no nos asegurará que estamos haciendo lo mejor y lo correcto según la Palabra de Dios, que dice que no es bueno estar solos.

Es necesario que nuestra mejor compañía sea Jesús, pues Él es nuestro compañero más preciado, el más noble, el más sincero, el más cabal.

No nos atribulemos con la soledad, sino que pensemos que tener a Jesús en nosotros, es un privilegio que nos distingue y nos guía y por tanto no debemos caer en búsqueda vanas.

Deuteronomio 32:10
Diego Acosta García

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