Fueron acusados de haber cometido robos a mano armada y a pesar del pedido de clemencia formulado por investigadores de las Naciones Unidas, fueron muertos en la ciudad de Abha, en el sur del país.
Entre los siete había algunos que eran menores de edad cuando fueron detenidos. Según los investigadores de los derechos humanos, de Naciones Unidas, hay una grave cuestión en estos casos.
Los cargos contra las siete personas presuntamente fueron fabricados y los siete fueron condenados en juicios injustos. La pena debió cumplirse la semana pasada, pero fue aplazada para que el caso fuera revisado.
Los activistas de los derechos humanos en Arabia Saudí informaron que los acusados habían sido ejecutados por un pelotón de fusilamiento. En cambio la agencia de noticias saudí dijo que habían sido decapitados.
Originalmente se había informado que seis de los acusados serían muertos sin precisar de qué forma y el restante sería crucificado, con el propósito de mostrar un aleccionador cumplimiento de la ley sharia.
El reino conservador islámico ha sido criticado por los países occidentales por su frecuente uso de la pena capital y ensayos que los grupos de derechos humanos no cumplen con las normas internacionales.
Un nuevo caso de la aplicación de la ley islámica que debe hacer reflexionar acerca del concepto de la vida y de la muerte que prevalece en algunos países.

Fuentes: The Guardian – Reino Unido
Press SM – Diego Acosta García