SOLIDEZ

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Tuvimos un maestro al que admirábamos porque suponíamos que la solidez que trasuntaba, era tan concreta que lo teníamos por un ejemplo a seguir.

La cuestión era llegar a saber: En qué consiste la solidez?  Como logramos  ser sólidos? Y lo más importante de todo: Sólidos en qué y para qué?

En la primera oportunidad que se presentó le comentamos al maestro acerca de esta cuestión y para nuestra sorpresa, se declaró completamente alejado de la imagen que  habíamos imaginado.

Nunca he sido un hombre sólido, ni de joven ni ahora que voy camino a ser un hombre muy mayor. Y entonces, por qué esa apariencia de solidez que podíamos apreciar?

Él respondió que eso que llamábamos solidez no era otra cosa que confianza en el Señor. Comentó que de joven había sido muy enfermo y además muy inseguro.

Cuando llegó el tiempo de formar una familia, siempre tuvo la necesidad de esperar que el Señor lo ayudara y lo fortaleciera, todos los días, porque grande era su incapacidad.

Tal vez por eso sea que quienes ven en mí solidez, tal vez deberían ver confianza, no en mis fuerzas, que son pocas, sino en mi fe en el Señor que por Gracia es mucha.

Recuerdo que entonces le dijimos: Oremos para que yo también pueda tener esa confianza que otros llamamos solidez!

Salmos 78:7
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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