SOPORTARNOS LOS UNOS…

Fuimos enseñados que amar al prójimo es un mandato fundamental y fuimos advertidos que amar al amigo es fácil y que lo difícil era amar al enemigo.

Del mismo modo soportar a un amigo o a un ser querido es fácil, lo difícil es cuando la persona a la que debemos soportar ni es nuestra amiga ni tampoco es un ser amado.

Soportar significa llevar una carga pesada o en otro sentido aguantar hasta con resignación algo muy difícil de sobrellevar, precisamente en todo esto consiste el acto de amor y también de justicia.

Hay personas que no nos gustan como hablan, de los temas que hablan ni siquiera de los momentos en que nos hablan, no nos gusta nada de ellas, pero sin embargo debemos soportarlas.

El amor se expresa por esa tolerancia que supera nuestra paciencia, que supera nuestra capacidad de ser amables o simplemente de ser más o menos educados.

No solo es amor sino también justicia, porque ser justo es ser entre otras cosas tolerantes con el prójimo, tal y como deseamos que los demás lo sean con nosotros.

Soportarnos los unos a los otros es un mandato que debemos cumplir, mucho más en los casos en que nos disguste el solo traer a nuestra mente la imagen de una determinada persona.

Soportarnos es un mandato, que tiene como único límite… el pecado.

Efesios 4:2
Diego Acosta García

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