CARNAVAL CARNAL

Por mucho que se quiera restar importancia a algunas realidades, lo cierto es que es imposible lograrlo porque la Verdad siempre prevalece.

En el caso del carnaval y su fallido intento de cristianizarlo por parte de la iglesia católica, nos encontramos frente a lo que ha sido y es una auténtica fiesta pagana.

Con ritos cambiantes a partir de los siglos, pero teniendo el mismo origen que podríamos situar en los seguidores del dios del vino, en el imperio romano.

Los hombres y mujeres que adoraban a Baco, realizaban auténticas ceremonias en las praderas, en donde todo estaba permitido y ocultado, bajo los disfraces que lucían sus participantes.

Por tanto, no solo desafiaban a Dios adorando a Baco, sino que además mentían sobre sus propias identidades, como si eso fuera posible delante del Eterno.

La celebración del carnaval no tiene nada de inocente ni tiene nada que no sea posible contrastar con el Texto Sagrado.

Deuteronomio 11:16

Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatúe,

y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos

Deuteronômio 11:16

Guardai-vos, que o vosso coração não se engane,

e vos desvieis, e sirvais a outros deuses, e vos inclineis perante eles

Diego Acosta / Neide Ferreira

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QUE APRENDÍ…?

 

Haciendo un ejercicio de imaginación pensaba si alguna vez se plantearon los discípulos de Jesús, que habían aprendido a lo largo de tres años junto a ÉL.

Ante esa ocasión única e irrepetible me pregunté que hubiera hecho en semejante situación?

Hubiera dejado pasar los días?

Hubiera sido capaz de comprender el maravilloso tiempo que estaba viviendo?

Hubiera dejado para otro momento aprender las enseñanzas del Hijo del Hombre?

No es lo mismo que ocurre con cada día de nuestra vida?

Que aprendimos ayer?

Y hoy?

El tiempo que pasa no lo podemos recuperar. Y si no aprendemos todos los días, mal podremos enseñar cuando el Espíritu nos mande hacerlo!

Deuteronômio 4:10

 No dia em que estiveste perante o Senhor, teu Deus, em Horebe, o Senhor me disse: Ajunta-me este povo, e os farei ouvir as minhas palavras, e aprendê-las-ão, para me temerem todos os dias que na terra viverem, e as ensinarão a seus filhos.

Deuteronomio 4:10

El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos.

Diego Acosta / Neide Ferreira