TRABAJO…!

Hay quienes se quejan constantemente del esfuerzo que deben realizar para lograr el sustento para sí y para su familia.

Creo que son los mismos que tienen una apasionada visión por la libertad de vivir como si fuéramos la autoridad suprema de nuestra existencia.

Es decir: La queja se origina cuando no podemos hacer lo que nos parece bien o como nos plazca. Entonces reaccionamos con disgusto.

Pero, hemos pensado por qué el hombre debe ganar su sustento con esfuerzo?

Fuimos Creados hombre y mujer para tener control sobre la tierra, para ser sus mayordomos, con responsabilidades concretas sobre todos nuestros hechos.

Pero, un día nos rebelamos contra Dios!

Yo me rebelé contra Dios? Cuando?

Acaso yo nací junto con Adán y Eva?

Dolorosamente la respuesta es afirmativa, como ocurre casi siempre que me debo enfrentar con la realidad originada por mis pecados, por mis iniquidades.

Cada vez que peco, estoy en rebeldía con el Eterno. Y estoy haciendo lo mismo que hicieron los padres de la especie.

Por tanto, no debo quejarme por el esfuerzo para lograr el pan de cada día. Debo quejarme de mi obstinada forma de vivir, sin aceptar el Orden Superior del Todopoderoso.

Génesis 3:19

Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,

porque de ella fuiste tomado;

pues polvo eres, y al polvo volverás.

Gênesis 3:19

No suor do teu rosto, comerás o teu pão, até que te tornes à terra;

porque dela foste tomado,

porquanto és pó e em pó te tornarás.

Diego Acosta / Neide Ferreira

DIOS DE PACTOS

CONGREGACIÓNupremo

SÉPTIMO MILENIO

El uso frecuente y continuado de la afirmación, que Dios es un Dios de Pactos, tal vez nos ha hecho perder la perspectiva de lo que representa.

Por definición un Pacto es un acuerdo de por lo menos dos o más personas, obviamente de obligado cumplimiento.

Dios según nos revela la Biblia ha establecido varios Pactos con los hombres, todos los cuales están plenamente vigentes y han sido cumplidos por el Eterno a lo largo de los siglos.

Que el Altísimo haya cumplido SIEMPRE con sus Pactos, nos debería hacer reflexionar acerca de cómo han sido nuestros hechos.

Es importante que pensemos que cuando hablamos de un Pacto con Dios, es probable que caigamos en la trampa de nuestra mente, para poder afirmar…yo nunca hice determinados Pactos con ÉL.

Y puede resultar cierto el argumento. Pero debemos recordar aquellas expresiones de Jesús cuando dijo que si le dábamos de beber a un sediento, también le hemos dado de beber a ÉL.

Por tanto todos los pactos que hayamos establecido hombres iguales a nosotros, son de obligado cumplimiento porque en realidad es como si los hubiéramos hecho con el propio Dios.

Esta es la verdadera dimensión de los Pactos!

Sabemos que el Arco Iris es la señal del Pacto del Supremo de que nunca volverá a haber un Diluvio. De allí que cada vez que vemos un Arco en el firmamento tenemos la confianza de que es de Dios y un símbolo establecido por Él.

Debemos ser fieles a los pactos que acordamos y sobre todo debemos ser cuidadosos con las palabras que pronunciamos.

Si hemos pactado pagar una deuda

Si hemos pactado fidelidad

Si hemos pactado no mentir

Si hemos pactado vivir de acuerdo a las normas de Dios

Debemos ser fieles como ÉL lo es con sus Pactos!

Por tanto la relación de un hombre y una mujer cuando se unen en Matrimonio, es un Pacto que se establece delante del propio Creador.

Esa clase de pactos ha dejado de ser un simple acuerdo entre un hombre y una mujer, sino que es algo que hemos establecido ante la Majestad de su presencia.

Pensemos en la profundidad del significado de los pactos y vivamos para ser fieles y cumplirlos. Cada vez que cumplimos con uno o lo dejamos de cumplir, estamos obrando con fidelidad al propio Dios.

Diego Acosta

w.septimomilenio.com

EL ARCO IRIS DE DIOS

Blog del…TIEMPO!

En estos días en los que se exalta a toda forma de homosexualidad, bueno es recordar cuestiones esenciales.

Una de ellas, es que hemos sido creados Hombre y Mujer.

La otra, que el supuesto símbolo que utilizan indebidamente quienes defienden toda forma de homosexualidad, es ni más ni menos que el símbolo de una Promesa de Dios a los hombres.

El Arco Iris, es la representación visual de que nunca habrá un Diluvio como castigo a la maldad de los hombres.

Honremos el Arco Iris, en lo que verdaderamente representa y no seamos tolerantes para permitir que se le conceda otro sentido.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com