OSTENTACIÓN PARA DIOS…?

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Hace un poco tiempo un amigo me comentó que en Estados Unidos se había publicado que muchas de las grandes obras del país, eran grande templos evangélicos.

Con cierta ironía me preguntó: Esa es la humildad que predican ustedes?

En mi respuesta expresé parte de mis pensamientos sobre el tema y espero y deseo que mi amigo los haya comprendido.

Esta cuestión que parece ser un tema menor, me llevó a una profunda reflexión acerca de lo que estamos haciendo muchos de los que nos llamamos creyentes.

A mí  amigo le comenté que infelizmente existen quienes se apartan manifiestamente de lo que Jesús ha dejado como Mandatos.

Uno de ellos es el de servir al prójimo y más concretamente de ayudar a los débiles, los huérfanos y las viudas.

En oposición a eso, se ha desarrollado una nefasta doctrina acerca de que los cristianos debemos ser prósperos, económicamente hablando.

Quizás esta sea una de las razones por las que se levantan gigantescos templos, que tienen como una notable singularidad el lujo desmedido y hasta ofensivo, que muestra el corazón ostentoso de quienes dispusieron levantarlos.

Por una simple asociación de ideas me vinieron a la memoria las humildes iglesias que honran al Señor, en muchos lugares de la tierra.

Incluso con gran dolor puedo afirmar que todas las veces que las mostramos a conocer, provocaron comentarios acerca de la pobreza, que son una auténtica rebeldía con el Hijo del Hombre.

Es legítimo que nos preguntemos: Dios es más Dios en un gran templo? Dios es menos Dios en un sencillo recinto?

Por qué desafiamos al Todopoderoso con nuestras ostentaciones? Quién resulta honrado con un lujoso y enorme lugar de culto?

Acaso el Eterno nos ha pedido que levantemos esos monumentos que tanto se parecen al que quiso levantar Nimrod y que conocemos como la torre de Babel?

Resulta urgente que volvamos a las fuentes, del mismo modo que debemos volver al primer amor!

Recordemos que Jesús nunca habló ni de templos ni de lugares de culto. Y mucho menos estos, que figuran entre las grandes obras en Estados Unidos.

A Dios lo honramos cada día con nuestros hechos, no con edificios, por ostentosos que sean.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

PODEROSO

En el Libro de Génesis en el Capítulo 10 se mencionan los descendientes de Noé y nos detendremos especialmente en uno.

Se trata de Cam, que engendró a Cus quién sería el padre del primer poderoso de la Tierra.

Nimrod es descripto como un poderoso cazador delante de Jehová, también fue protagonista de un episodio singular en la historia humana.

El Eterno había mandado a los descendientes de los tres hijos de Noé que se esparcieran sobre la Tierra luego de la destrucción que produjo el Diluvio.

Nimrod y los suyos cumplieron en parte el mandamiento, ya que cuando llegaron a una llanura, decidieron permanecer en ella.

Y no solamente eso, sino que además decidió Nimrod construir una torre que llegaría hasta el cielo.  Esta imagen encierra evidentemente un sentido figurado.

La razón es que en esa llanura de la actual Irak no había piedras, por lo que todas las construcciones debían con  barro que se secaba formando los ladrillos, por lo nunca podrían lograr una gran altura.

Pero esa torre que también podemos reconocer como el azimut característico de la región, era un símbolo de la actitud que había en el corazón de Nimrod.

Ante ello Jehová comprobó lo que hacían aquellos hombres y decidió castigarlos confundiendo sus lenguas, de manera que no pudieran comunicarse de la forma en la que lo venían haciendo.

De allí surgió la expresión de la torre de Babel, para hablar de las lenguas y de las dificultades que generaron a las generaciones futuras.

Llama la atención que recordemos a Nimrod por la construcción de la torre de Babel, que fue un desafío a Dios. Y no nos detengamos en el hecho principal por el que debemos reconocer al hijo de Cus, como el primer poderoso de la tierra.

Nimrod desafió al Altísimo, interrumpiendo su marcha e incumpliendo el mandato de dispersarse. En esa decisión radica que el nieto de Cam fuera el primer hombre que desafiara a Dios, por eso se lo designa como poderoso.

Este ejemplo nos debe hacer reflexionar acerca de nuestras actitudes,  para controlar al poderoso que guardamos en nuestro corazón. Para que no se rebele nunca contra Dios.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

LA TORRE DE BABEL

Blog del… TIEMPO!

Con el aire pretencioso de algunas personas que se consideran expertas, un profesor de la Universidad de Londres se ha permitido confirmar lo que la Biblia anuncia sobre la llamada Torre de Babel.

El tono de su exposición en un canal de televisión, queda reflejado en esta frase: «en el siglo XIX se descubrió que los reyes asirios mencionados en la Biblia eran reales y estaban corroborados por la evidencia arqueológica, haciendo que nos preguntáramos a su vez, ¿cuánto más hay de cierto en la Biblia?»

No se trata de criticar a una persona determinada por sus afirmaciones o sus dudas o sus supuestos descubrimientos, sino de poner en evidencia que la Palabra de Dios es la que ha revelado y sigue revelando a los hombres cuestiones históricas de relevancia.

Nuestra condición de humanos, debería obligarnos a ser más humildes y abandonar las posturas de sabiduría, que siempre serán menores a la Sabiduría del Creador de todo y de todos.

La referencia a la Torre que la Biblia indica que se la llamó Babel, está contenida en el Libro de Génesis capítulo XI del versículo 1 al 9.

Y una cuestión más: Esta revelación fue dada a los hombres hace miles de años. Y esta “confirmación” no hace más que demostrar la incapacidad humana para comprender los Designios de Dios.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

LOS PERSAS TERMINAN CON EL IMPERIO BABILÓNICO

persia06

HACIENDO MEMORIA – DCXXXI

5 de Octubre de 539 a.C.

El imperio que tuvo por capital a Babilonia, fue sometido luego de más de 1200 años de existencia.

En la Biblia se menciona a los babilonios por la Torre de Babel y sus jardines colgantes fueron considerados parte de las siete maravillas de la antigüedad.

En Babilonia el pueblo judío vivió uno de sus destierros. Ciro II el Grande, rey de los persas fue el que puso fin al imperio que tuvo su interregno por la conquista de los asirios.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com