LEVANTAR LA VOZ

EL ABUELO SALOMÓN

La humildad y la mansedumbre son virtudes qué si son verdaderas, juntas pueden lograr grandes cosas, principalmente frente a los soberbios y también frente a los prepotentes.

Pero hay circunstancias en las que sí debemos obrar de otra manera y es cuando debemos levantar la voz por los que no tienen voz y por tanto no pueden ser escuchados.

También cuando debemos luchar por los derechos de los desposeídos que no tienen ninguna posibilidad de hacerlo por sí mismos.

Y también cuando debamos defender los derechos de los pobres y los necesitados, de los huérfanos y las viudas, de los más débiles entre los hombres.

Entonces sí deberemos levantar nuestra voz, porque tendremos en nuestro corazón la fuerza que solo pueden conceder la mansedumbre y la humildad.

Levantemos nuestra voz, nunca para defender nuestras causas y siempre para ayudar al Prójimo.

MÁS RICOS Y POBRES

 

Blog del TIEMPO!

Cuando Jesús habló del Reino de Dios y su Justicia, estaba anunciando situaciones que seguramente se vivieron en el tiempo de su Ministerio terrenal y que se repetirían en el futuro.

Siendo Dios, como es, podía saber todo sobre el porvenir!

Todo esto está relacionado con un informe de un Banco suizo, en el que anuncia que la riqueza de algunas personas se acrecentó más de un tres por ciento con relación al crecimiento demográfico.

Esto significa en la práctica, que se sigue concentrando la riqueza cada vez en menos personas, aumentando aunque el informe no lo destaca, la pobreza de los restantes habitantes del mundo.

En Estados Unidos se concentra el mayor índice de fortunas y en China, el segundo. Lo significativo es que Estados Unidos y Europa, concentran el 60 por ciento de la riqueza mundial.

Este aspecto es todavía más significativo, si se considera que esa tremenda masa de dinero  está en manos del 17 por ciento de los adultos del mundo.

La sombra que se cierne sobre las grandes fortunas, es la de la disputa que mantienen Estados Unidos y China, los dos países más poderosos del planeta.

El desequilibrio del mundo es manifiestamente dramático y ya lo destacó Jesús cuando nos mandó a cuidar de los débiles, las viudas y los huérfanos.

Hoy más que nunca, es un Mandato irrenunciable!

Diego Acosta

Fuente: Le Monde / Francia

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