Todas las generaciones podrán decir que en su tiempo ocurrieron cosas extraordinarias, pero tal vez ninguna como la nuestra lo podrá decir lo mismo con más fundamento.
Pareciera que el anuncio de Jesús a los discípulos sobre las señales del fin del tiempo, comienzan a tomar forma de una manera más concreta.
Si creemos que esto es así, la cuestión no es desesperarse o contentarse, sino: Velar. Que es velar? Estar más que atentos.En la Palabra de Dios se nos exhorta a hacerlo de una manera constante.
Por qué debemos velar más que nunca en estos tiempos? Porque debemos prepararnos para afrontar los acontecimientos que anunció Jesús y no podemos permanecer como si nada ocurriera.
El velar en este caso está más relacionado con nuestra relación con Dios que con los propios acontecimientos. Sencillamente porque no tenemos ninguna capacidad para influirlos.
Pero sí tenemos que prepararnos para saldar las cuentas personales con el Señor en el Día del Juicio. En eso consiste velar, en prepararnos para afrontar las preguntas que solamente nosotros podremos responder.
El llamado a velar debe encontrarnos firmes y conscientes de quiénes somos y cuál es el propósito para el que estamos llamados. Firmes en nuestras convicciones y en nuestra voluntad de llevar el Evangelio.
Guardemos vigilantes nuestra vida personal en santidad y ayudemos a quienes puedan precisar de nuestro amor y misericordia. Velar no es una actitud pasiva sino todo lo contrario: Debe acercarnos al Señor.
Mateo 24:42-44
Diego Acosta García