Un grupo de personas esperábamos que las luces del semáforo nos permitiera cruzar una avenida, cuando ocurrió un hecho sencillo y notable a la vez.
Una anciana con dificultades para trasladarse intentó cruzar y era muy evidente que a su paso no podría cubrir la distancia que la separaba entre una y otra acera.
Entonces decidimos ayudarla y de esta manera pudo cumplir su propósito. Todo era normal, hasta que alguien preguntó: Y por qué ayudaste a la señora? Le respondimos: Porque Jesús también la hubiera ayudado…
La respuesta provocó sonrisas y alguna que otra broma sobre lo que se consideraba que era una auténtica exageración de nuestra parte. Mientras caminábamos, se nos acercaron tres personas del grupo.
Una de ellas preguntó: De verdad ayudó a la señora, porque Jesús la hubiera ayudado? No entiendo como puede decir que Jesús hubiera ayudado a una anciana a cruzar una avenida.
Ese es nuestro problema, que no entendemos todas las cosas que Jesús hizo y que sigue haciendo a través de personas como nosotros, que simplemente actuamos como Él nos enseñó.
Pero es posible obrar como Jesús?
Por supuesto que es posible obrar como Jesús. La cuestión es estar atentos a las necesidades de los demás y cuando las vemos, obrar sin vacilar y sin miedo al ridículo.
Las tres personas se sonrieron entre sí y declararon que ellos también harían lo mismo que Jesús! Ayudar a los demás casi nunca demandará grandes obras, pero si muchos pequeños gestos!
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira