Blog del TIEMPO!
Los Diputados argentinos dieron media sanción al proyecto que liberará el aborto en el país.
El larguísimo debate refleja como está de dividida la sociedad en torno a esta cuestión, sobre la que es necesario hacer algunas reflexiones.
La cuestión de la Vida, es inherente a la Soberanía de nuestro Creador. ÉL la concede y por lo tanto es el Único que la puede quitar.
El aborto, no es solo una cuestión de la mujer, es una corresponsabilidad con el hombre y por tanto las decisiones les conciernen a ambos.
La sociedad tiene un gran compromiso con la mujer que decide continuar sola con su embarazo y la debe apoyar sin reservas ni limitaciones.
Las organizaciones sociales que ayudan a las mujeres en estos casos, deben estar respaldadas por el propio Estado a los efectos de colaborar en la eficacia y el mantenimiento de sus acciones.
Finalmente cada hombre y cada mujer debe entender que su relación debe ser responsable y honesta delante de Dios. El vivir de cualquier modo, es contrario al orden que ha establecido el Eterno.
Nadie puede sentirse superior como para violar las normas que nos han sido dadas y que se elevan a su máxima expresión con el matrimonio y la familia.
Es evidente que se pueden ignorar estas normas. Pero no es menos verdad, que las consecuencias serán más serias y graves de lo que un hombre y una mujer puedan pensar.
Recordemos del Libro de Génesis, Capítulo 2 versículos 22-24, que reproducimos de la versión 1960 de la Biblia Reina -Valera:
22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
El Derecho a la Vida es irrevocable y es un Mandato de Dios!
Diego Acosta