ALAMBRADO

alambres


A veces confronto mi realidad con todo lo que me han enseñado sobre Jesús y me sorprendo de lo grande que es mi desconocimiento.

Pero todavía más grave que eso, es comprobar cómo aún lo poco que he aprendido, lo tengo en mi mente como aprisionado…por alambres.

Quiero decir que aquellos fundamentos del Ministerio Terrenal del Hijo del Hombre, están como presos en mi mente, porque el viejo hombre sigue conspirando contra mi nueva naturaleza en Jesús!

Esta cuestión es de tal profundidad que resulta importante, tratar de romper con esta cruda realidad para poder considerarme un discípulo más…

Conversando este tema con un hermano llegamos a la conclusión que este alambrado…es más corriente de lo que parece.

Puede ser esta una de las razones por las que actuamos en nuestra congregación, como si estuviéramos tratando con la administración de un país.

Como si fuéramos a una ventanilla a gestionar más conocimientos, más profundidad en algunos temas que nos preocupan, pero lo hacemos llenando auténticos formularios tan precisos como lejos del verdadero propósito.

Jesús es la Cabeza de su Iglesia, pero no nos enseñó que la administráramos como si fuera una empresa comercial o una agencia del estado.

El Mesías vino a transformar el mundo no a continuar con los planteamientos de los fariseos y por tanto debemos liberarnos de esos alambrados tan complicados, en los que estamos apresados.

Este es el propósito que me he planteado: Buscar la forma de romper estas ataduras que a pesar de ser tan visibles, muchas veces no las vemos cegados por nuestra propia formalidad.

1 Corintios 10:32

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

Deja una respuesta