Una de las frases más escuchadas entre los jóvenes es: Mi mejor amigo…Parece una definición de la persona que reune todas las condiciones para ser el más importante.

Con el tiempo ese convencimiento se disipa y aparece un nuevo amigo, que vuelve a tornarse en el mejor. Y así sucesivamente, porque en cada etapa de nuestra vida surgirá alguien que ocupe ese lugar.

En realidad se trata del proceso natural de crecimiento y en el que cada momento, tendremos algún hombre o alguna mujer, ocupando un lugar relevante en nuestros afectos.

Esto sería lo normal, pero que ocurre cuando nuestro “mejor amigo” no es la mejor compañía? Esto queda reflejado en el dicho popular que se repite ante situaciones muy especiales: Andaba en mala compañía…

La vida de los hombres en el mundo está llena de acechanzas, como también lo está la vida de los creyentes. Solo que en el mundo no tenemos un Abogado que nos defienda.

Tener amigos y ser sociable es una necesidad, es más que deseable. Lo importante es saber elegir quienes son nuestros amigos, aunque parezca que estamos valorando, cuando en realidad estamos escudriñando.

Seamos sabios y prudentes al pensar quién es nuestro mejor amigo. No es malo que lo tengamos, pero debemos de saber que el Único Amigo verdadero es Jesús!

1 Corintios 10:22
Diego Acosta García
Música: Neide Ferreira
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