SINAIS DE MISTURA DA NOVA E VELHA ALIANÇA

                 CONGREGAÇÃO

                 SÉTIMO MILÊNIO

“Vieram, depois, os discípulos de João e lhe perguntaram: Por que jejuamos nós, e os fariseus [muitas vezes], e teus discípulos não jejuam? Respondeu-lhes Jesus: Podem, acaso, estar tristes os convidados para o casamento, enquanto o noivo está com eles? Dias virão, contudo, em que lhes será tirado o noivo, e nesses dias hão de jejuar.  Ninguém põe remendo de pano novo em veste velha; porque o remendo tira parte da veste, e fica maior a rotura.  Nem se põe vinho novo em odres velhos; do contrário, rompem-se os odres, derrama-se o vinho, e os odres se perdem. Mas põe-se vinho novo em odres novos, e ambos se conservam.“

 

Mateus 9:14-17

 

Uma das piores coisas da vida cristã é quando misturamos a velha aliança do Antigo Testamento (odres velhos, vinho velho, vestes velhas) com a nova aliança consumada na cruz do calvário (odres novos, vinho novo, pano novo). Na velha aliança tudo dependia do homem, enquanto na nova aliança encontramos a graça (favor imerecido) divina. Como posso saber se estou misturando as duas alianças? Vamos ver alguns sinais:

  1. Se a obra da cruz não fizer diferença no seu dia a dia- Rm 6,4

 

  1. Se você acha que foi salvo pela graça, santificação depende de você- Cl 2,6

 

  1. Quando você pensa que Deus está zangado contigo, pelos seus pecados

 

  1. Quando você pensa que agrada a Deus pelo seu esforço próprio- Mt 3,17

 

  1. Quando você pensa que a vitoria sobre o pecado e o diabo é algo conquistado- Rm 5,17

 

  1. Quando você vive constantemente com um sentimento de culpa e condenação Rm 8,1

 

  1. Quando você presume que a vida cristã é algo muito difícil e penoso- Hb 4,11

 

  1. Quando você pensa que não merece a bênção de Deus- Ef 1,3

 

  1. Quando pensa que já esgotou a paciência de Deus- Rm 8, 38

 

Pr. Benedito Loh – Igreja Videira – Berlim – Alemanha

  www.septimomilenio.com

 

LOS PILARES DE LA RELIGIÓN

Processed with VSCOcam with f2 preset

LOS PILARES DE LA RELIGIÓN

INTRODUCCIÓN

Infelizmente hoy podemos percibir que hay mucha religiosidad en la Iglesia. Solamente quebrando esa religiosidad podemos disfrutar del Dios sobrenatural en nuestro medio.  Todas las religiones independientemente de su cultura, de su origen, o del tiempo en que fueron fundadas tienen características semejantes y en su esencia se parecen mucho. Lamentablemente también podemos encontrar esta situación en el cristianismo, aún sabiendo que el cristianismo no es una religión. Cristo vino para quebrar el yugo de la religión. El judaísmo en el Antiguo Testamento tiene todas esas características, pero Cristo vino para iniciar un nuevo tiempo.

Las religiones tienen esas características, porque son  expresiones del esfuerzo humano para acercarse a Dios. Pero en Cristo reconocemos un Dios que se hizo hombre para vivir entre los hombres. Un Dios que nos muestra que nunca seríamos capaces de llegar hasta ÉL con nuestro esfuerzo personal, pero que abrió un nuevo camino a través de la muerte y resurrección de Jesús. Ahora el acceso a Dios es por la Gracia.

Por eso pocos siglos después de la muerte y resurrección de Crista, la iglesia volvió a los caminos de la religiosidad y el cristianismo se volvió una religión, siendo que no debía ser una religión. Por eso la iglesia dio un paso atrás en algo que ya había sido cerrado por Cristo. Con ese paso la iglesia ganó el reconocimiento del mundo, porque se convirtió en una religión muy poderosa, con mucho poder político, muchas riquezas, mucha pompa, pero en el mundo espiritual la iglesia perdió el poder, la unión de la vida en el Espíritu. Con la reforma protestante comenzó un movimiento de restauración, pero que infelizmente hasta hoy no ha conseguido revertir ese proceso totalmente. Todavía podemos apreciar  formas y estructuras religiosas en varios aspectos de la iglesia. Quiero compartir cuatro puntos, cuatro pilares que prácticamente son iguales en todas las religiones y que, infelizmente todavía hoy encontramos en el cristianismo.

  1. Una ley.

Toda religión tiene sus leyes, sus reglas de comportamiento. Algunas cosas son lícitas y otras están prohibidas.  Si Ud. no puede vivir bajo esas reglas puede tener grandes problemas, porque ahora debe temer el castigo de Dios. Entonces Ud. precisa esforzarse todo el tiempo para vivir de acuerdo con la ley que se establece para su vida. En el Antiguo Testamento también encontramos la ley. Una ley que tiene cerca de 613 reglas. Una ley que es mucho más exigente. Pero en el Nuevo Testamento vemos a Cristo que viene a cumplir la ley y a traer la Gracia. Con el comienza un tiempo nuevo, una nueva dispensación. Ahora no estamos más debajo de la ley y sí bajo la Gracia (Ro 6:14, Ro 8:1-2).

Nuestra ley ahora es la ley del Espíritu. ÉL nos conduce. Viviendo esta nueva vida podemos vencer al pecado. Mientras estábamos bajo la ley y sujetos a nuestro propio esfuerzo nunca conseguiríamos agradar a Dios.

  1. Un sacerdote

Cada religión también precisa de un sacerdote. Alguien que es representante de Dios y que representa a las personas delante de Dios. Alguien muy especial que está más cerca de Dios. En el Antiguo Testamento también encontramos sacerdotes. Ellos eran los responsables de presentar los sacrificios a Dios. Nadie más podía ofrecerle sacrificios  y aproximarse a su presencia.

Solamente el sumo sacerdote tenía el privilegio de estar ante la presencia de Dios una vez por año.

Con Jesús vino el verdadero sumo sacerdote y entró el santo entre los santos y derramó su sangre. Cuando hizo esto comenzó un nuevo reino. En ese nuevo reino todos somos sacerdotes (1 P 2:9). Aleluya! Todos somos ministros, todos somos llamados e participar en la obra de Dios. Nadie está más cerca ce Dios que nadie. Dios habita en el corazón de todos.

Infelizmente hay personas que todavía tienen una actitud errada y creen que solo algunos son ministros. Precisamos quitar esa mentalidad de nuestro medio. Los pastores apenas son quienes organizan la vida de la iglesia.

  1. Un templo

Toda religión precisa tener sus templos. Templos grandes, lindos y caros. Un lugar donde Dios habita y debe ser adorado. Tenemos que tener temor de pisar un templo. En el Antiguo Testamento el pueblo de Dios tenía sus tabernáculos y sus templos también. Pero con Jesús el propio Dios vino a nuestro tabernáculo interior, en nosotros mismos. Y cuando ÉL subió a los cielos, vino el Espíritu de Dios. Recibiendo el Espíritu de Dios en el corazón nos convertimos en templo de Dios (1 Co 6:19)

  • El lugar de culto de la iglesia no es sagrado.
  • La iglesia son las personas no los lugares de culto.
  • La iglesia es iglesia en cualquier lugar.

Frecuentemente vemos a personas que tienen la idea de que el lugar de culto es el templo. Cuántas iglesias gastan millones y millones construyendo “templos”. El cristianismo de los primeros siglos no precisó de templos. La iglesia era se constituía en casas, cavernas, plazas.

  1. Cultos con sacrificios.

Toda religión honra a su Dios en un culto con sacrificios ofrecidos. Animales u ofertas son traídas para adorar a Dios con una liturgia bien definida que se celebra en un culto a Dios. En el Antiguo Testamento podemos ver también estas leyes ceremoniales.

Cuando Cristo vino ÉL se convirtió en el verdadero sacrificio. Con ÉL también cambió la ley de los cultos. En el Nuevo Testamento no vamos a encontrar ningún relato de un culto que sea parecido al que nosotros realizamos.  No vamos a encontrar ninguna carta de Paulo con enseñanzas sobre la liturgia en los cultos. En la iglesia primitiva no existían los cultos. Lo sabía?

Ellos apenas se encontraban de casa en casa o en el templo (en aquellos tiempos simplemente era encontrarse en un lugar donde pudieran reunirse un grupo grande de personas) y hacían lo que sentían en el corazón. Oraban, cantaban, profetizaban, oían una predicación, pero siempre guiados por el Espíritu de Dios. Sin horarios planificados, sin liturgia o script.

El Nuevo Testamento no enseña a hacer cultos como los hacemos hoy, porque el verdadero culto debe ser la entrega de nuestra propia vida. El Nuevo Testamento enseña a hacer de nuestra vida un culto.

Lo que ocurre cuando hacemos del cristianismo una religión es que tenemos un día y un templo para honrar a Dios. El resto de la semana podemos guardar a Dios en un cajón y solo día el día del culto, lo recuperamos para honrarlo. Hemos creado del Departamento de Religión de nuestra propia vida, independiente de las demás áreas.

Pero el verdadero culto a Dios lo realizamos cuando entregamos toda nuestra vida a ÉL.  Una vida de consagración.  Ese debe ser nuestro culto racional hoy.

Conclusión

Todos tenemos la ley del Espíritu escrita en nuestros corazones que nos liberta del pecado. Somos sacerdotes que debemos participar en forma activa en la obra de Dios. Nosotros somos el templo del Espíritu Santo y el verdadero culto a Dios lo realizamos cuando nos consagramos y entregamos nuestros cuerpos como sacrificios a Dios. Viviendo de esta manera saldremos del camino de la religiosidad y comenzaremos a vivir el verdadero cristianismo.

Pr. Benedikt Loh

Weinstock Kirche – Berlín – Alemania

UM TEMPLO

Processed with VSCOcam with f2 preset

1. Um templo

Toda religião precisa ter os seus templos. Templos grandes, lindos e caros. Um lugar onde Deus habita e deve ser adorado. Temos que ter temor ao pisar num templo. No Antigo Testamento o povo de Deus tinha os seus tabernáculos e templos também. Mas em Jesus o próprio Deus veio e «tabernaculou» no nosso meio. E quando ele subiu aos céus, veio o Espírito de Deus. Recebendo o Espírito de Deus no coração nós nos tornamos o templo de Deus (1.Cor 6.19).

-O prédio da igreja não é sagrado

-A igreja são pessoas e não prédios

– A igreja acontece em todos os lugares

Muitas vezes ainda vemos pessoas tendo o pensamento que o prédio é o templo. Tantas igrejas gastam milhões e milhões construindo “templos”. O cristianismo dos primeiros séculos não precisou de templos. A igreja acontecia nas casa, em cavernas, nas praças.

  1. Cultos com sacrificios

Toda religião cultua o seu Deus em um culto com sacrifícios oferecidos. Animais, ou ofertas são trazidas para adorar a Deus e com uma liturgia bem definida acontece um culto a Deus. No Antigo Testamento podemos ver essas leis cerimoniais também.

Quando Cristo veio Ele se tornou o verdadeiro sacrifício. Com ele mudou a lei dos cultos também. O nosso culto deve ser diferente agora (Rm 12, 1-2).

O culto do Novo Testamento é um estilo de vida. No novo testamento você não vai encontrar nenhum relato de um culto parecido com o culto que nós fazemos. Você não vai encontrar nenhuma carta de Paulo com ensinos sobre a liturgia do culto. Na igreja primitiva não existiam cultos, sabia?

Eles apenas se encontravam de casa em casa, ou no templo (que naquele tempo simplesmente era o melhor lugar para se encontrar com um numero grande de pessoas) e faziam o que sentiam no coração. Oravam, cantavam, profetizavam, ouviam uma pregação, mas tudo guiado pelo Espírito de Deus. Sem horários planejados, sem liturgia pronta, ou script.

O novo testamento não nos ensina a fazer cultos como nós fazemos hoje, porque o verdadeiro culto deve ser a entrega da nossa vida. O novo testamento de ensina a fazer da sua vida um culto.

O que acontece quando fazemos do cristianismo uma religião é que temos um dia e um tempo para cultuar a Deus. O resto da semana posso colocar Deus na gaveta, só no dia do culto eu O tirou de lá e cultuo a Ele. Eu crio o departamento da religião na minha vida independente das demais áreas.

Mas o verdadeiro culto a Deus acontece quando entregamos toda a nossa vida a Deus. Uma vida de consagração. Isso é o nosso culto racional hoje.

Conclusão

Todos nós temos a lei do Espírito escrita em nossos corações que nos liberta do pecado, somos sacerdotes que devem se envolver de forma ativa na obra de Deus. Nós somos o templo do Espírito Santo e o verdadeiro culto a Deus acontece quando nós nos consagramos a Ele e entregamos os nossos corpos como sacrifícios a Deus. Vivendo assim saímos do caminho da religiosidade e começamos a viver o verdadeiro cristianismo.

Pr. Benedikt Loh

Igeja Videira Berlim

www.septimomilenio.com

 

PILARES DA RELIGIÃO

Processed with VSCOcam with f2 preset

PILARES DA RELIGIÃO

Introdução

Infelizmente podemos perceber que há muita religiosidade no meio da igreja hoje. Apenas quebrando essa religiosidade podemos desfrutar do sobrenatural de Deus no nosso meio. Todas as religiões independente da cultura de origem, ou do tempo em que foram fundadas tem características semelhantes e na sua essência se parecem muito. Lamentavelmente podemos encontrar essas características no cristianismo também, sendo que o cristianismo não é para ser uma religião. Cristo veio justamente para quebrar o jugo da religião. O judaísmo do Antigo Testamento tem todas essas características, mas Cristo veio justamente para iniciar um tempo novo.

Todas as religiões tem essas características, porque são a expressão do esforço humano para se achegar a Deus. Mas em Cristo vemos um Deus que se faz homem para vir até os homens. Um Deus que nos mostra que nunca seriamos capaz de chegar até Ele no nosso esforço próprio, mas que decidiu abrir um novo e vivo caminho através da morte e ressurreição de Jesus. Agora o acesso a Deus é de graça.

Porém poucos séculos depois da morte e ressurreição de Cristo a igreja volta para os caminhos da religiosidade e o cristianismo toma a forma de uma religião, sendo que não era e não é para ser uma religião. Porém a igreja deu um passo de volta para um tempo que já tinha se encerrado em Cristo. Dando esse passo a igreja ganha muito reconhecimento no mundo, porque se torna uma religião muito poderosa, com muito poder político, muitas riquezas, muito brilho, porém no mundo espiritual ela perde o poder, a unção, a vida do Espírito. Com a reforma protestante começou um mover de restauração, mas infelizmente até hoje não conseguimos inverter esse processo completamente. Podemos detectar formas e estruturas religiosas em vários aspectos da vida da igreja ainda. Hoje quero compartilhar quatro pontos, quatro pilares que encontramos em praticamente todas as religiões e que infelizmente muitas vezes até hoje encontramos no cristianismo também.

 

  1. Uma lei

Toda religião tem as suas leis, regras de comportamento. Algumas coisas são lícitas, outras são proibidas. Se você não viver debaixo dessas regras você está com um problema muito grande, porque agora tem que temer o castigo de Deus. Então o tempo inteiro você precisa se esforçar para viver debaixo das condições que a lei impõe sobre a sua vida. No Antigo Testamento encontramos a lei também. Uma lei que tem cerca de 613 regras. Uma lei que é muito exigente. Mas no Novo Testamento vemos um Cristo que vem para cumprir a lei e trazer a graça. Com ele começa um novo tempo, uma nova dispensação. Agora não estamos mais debaixo da lei e sim debaixo da graça (Rm 6.14 e Rm 8.1-2).

A nossa lei agora é a lei do Espírito. Ele te conduz. Vivendo essa vida podemos de fato vencer o pecado. Enquanto tentamos seguir leis pelo nosso próprio esforço nunca conseguiremos agradar a Deus. Seguindo o Espírito nós nos tornamos livres, conseguimos vencer o pecado e agradar a Deus.

  1. Um sacerdote

Cada religião também precisa de um sacerdote. Alguém que é um representante de Deus e que representa as pessoas diante de Deus. Alguém muito especial que é mais perto de Deus. No Antigo Testamento encontramos os sacerdotes também. Eles eram responsáveis para apresentar os sacrifícios a Deus. Ninguém mais podia oferecer sacrifícios e se aproximar da presença de Deus.

Apenas o sumo sacerdote tinha o privilegio de entrar na presença de Deus uma vez por ano.

Em Jesus veio o verdadeiro sumo sacerdote e entrou no santo dos santos e derramou o seu sangue. Feito isso ele começou um novo reino. Nesse reino todos são sacerdotes (1.Pe 2.9). Aleluia. Todos são ministros, todos são chamados a se envolver na obra de Deus. Ninguém é mais perto de Deus do que ninguém. Deus habita no coração de todos.

Infelizmente muitas pessoas ainda tem uma mentalidade errada e acham que só alguns são ministros. Precisamos tirar essa mentalidade do nosso meio. Pastores apenas são aqueles que organizam a vida da igreja.

Pr. Benedikt Loh

Weinstock Gemeinde- Berlin

A ARMADURA DE DEUS

Processed with VSCOcam with f2 preset

A ARMADURA DE DEUS

Muitas pessoas logo no começo da vida cristã já querem desistir com o seguinte argumento: “Parece que foi só eu converter e as coisas pioraram na minha vida.” Alguns perdem o emprego, outros amizades, uns ficam doentes, etc.

Essas coisas acontecem porque uma vez que convertemos entramos numa batalha. Temos um inimigo agora. O povo de Israel no Antigo Testamento teve essa experiência também. Antes de sair do Egito e se livrar do faraó as coisas no primeiro momento pioraram para eles.

Mas não só o novo convertido precisa saber dessa verdade. Na medida que caminhamos com Deus tendemos a esquecer essa realidade e olhamos para as circunstâncias com olhos naturais.

Vamos ler um texto da palavra que nos acorda para essa realidade: Efésios 6, 10-20

Antes de falar da armadura de Deus vamos olhar alguns pontos importantes:

  • Nossa luta não é contra carne e sangue. Imagina quantas lutas travamos no casamento pensando que o nosso inimigo é o cônjuge. Ai gastamos muita força para ter nenhum resultado.

Quantas dificuldade nas células e na vida da igreja surgem quando os irmãos começam a batalhar um contra o outro e perdem de vista que o inimigo na verdade é outro.

 

  • Precisamos permanecer firmes no Senhor e nos revestir com o Seu poder. Não podemos entrar nessa guerra na força do nosso braço. Em jejum, oração e na leitura da palavra precisamos nos revestir do poder de Deus.

 

  • O tempo todo precisamos estar preparados para o dia mal e as ciladas do diabo. Não podemos baixar a guarda em nenhum momento. E quais são as ciladas do inimigo?

 

– Acusar os crentes

– Procurando alguém para devorar (1.Pe 5.8)

– Cegar as pessoas

– Enganar

– Matar, roubar e destruir

Para entrar nessa guerra Deus nos deu uma armadura composta de seis itens. É importante que a gente entenda essa armadura e saiba se vestir com ela. Assim permaneceremos firmes.

  • O cinto da verdade

O cinto é um item que nos dá firmeza para caminhar. Quem já usou uma calça com uma cintura maior que a sua sem um cinto? É horrível para andar e fazer qualquer coisa. Toda hora a calça abaixa e precisamos segurá-la e levantá-la com a mão.

Quando vivemos na verdade temos firmeza para caminhar. Quem é o pai da mentira segundo a bíblia? O diabo. Quando mentimos, ou permitimos o engano na nossa vida damos lugar a ele, entramos no terreno dele e a batalha já está perdida. Andamos sem firmeza, por causa da mentira.

Quando vivemos na verdade, não devemos nada a ninguém, podemos caminhar com firmeza.

 

 

  • A couraça da justiça

A justiça de Cristo é a nossa couraça, e ela protege o nosso coração de ser condenando pela nossa consciência. Vestindo a couraça da justiça mantemos a nossa consciência pura, sem ofensa e assim teremos coragem para entrar na batalha. Em 2.Cor 5,21 lemos que aquele que não conheceu o pecado, se fez pecado no nosso lugar para que nEle fossemos feitos justiça de Deus. Precisamos crer nisso. Se não sempre nos faltará ousadia. O diabo muitas vezes vem para questionar a nossa identidade. Nessa hora precisamos saber que em Cristo fomos feitos justiça de Deus.

 

  • Os sapatos da preparação do evangelho da paz

Um bom sapato faz toda a diferença numa armadura. Devemos permanecer em pé. Para isso precisamos de um calçado adequado. Esse sapato é a nossa convicção da boa nova da paz. Deus não está irado mais conosco. Esse é o evangelho da paz. E hoje fomos chamados para viver em paz. Geralmente pensamos que a paz é o oposto da guerra, mas nessa batalha temos que batalhar em paz. A nossa luta justamente é permanecer nessa paz do evangelho. Esse tem que ser o nosso fundamento. Em Hebreus 4,11 fala que nós devemos nos esforçar para entrar no descanso. Temos que lutar contra o estresse, contra a angustia, preocupação, etc.

 

  • O escudo da fé

Fé no amor de Deus, fé na fidelidade de Deus e fé no poder de Deus. Esse é o nosso escudo contra os dardos inflamados do inimigo. Esses dardos são as tentações, as dúvidas, enganos e mentiras que o diabo lança contra as nossas vidas. Quando vivemos na verdade, sabemos que somos justos diante de Deus e temos paz no coração, vamos ter fé também para poder apagar esses dardos.

  • O capacete da salvação

A palavra para salvação no texto original é SOTERIA. Essa palavra no grego significa “bem-estar físico e mental”. Então esse capacete garante a nossa saúde física (Ele carregou as nossas dores e tomou as nossas enfermidades na cruz) e a nossa saúde mental (temos a mente de Cristo). Tem uma batalha muito grande acontecendo na nossa cabeça. Para sermos vitoriosos nessa batalha temos o capacete da salvação.

  • A espada do Espírito

A palavra de Deus revelada em nosso coração se torna uma espada muito poderosa. Quando temos revelação e a palavra queima no nosso coração, temos que abrir a boca e confessar a palavra. Tudo que existe nesse universo foi criado pela palavra de Deus e pela presença manifesta do Espirito.

Foi através dessa palavra também que Jesus resistiu ao diabo quando foi tentado por ele no deserto. Diante de toda tentação ele abria a boca e disse: “Está escrito!” No livro de Apocalipse João vê uma espada afiada saindo da boca de Jesus. Essa espada é a palavra. Nós temos essa arma também.

 

Queridos irmãos, usando essa armadura permaneceremos firmes na fé e venceremos todas as batalhas. Que o Senhor te dê revelação dessa armadura maravilhosa.

Pr. Benedikt Loh

Igreja Videira –  Weinstock Kirche – Berlín – Alemania