AYUDA…

ayuda


Un líder al agradecer la ayuda enviada por una entidad que respalda a Israel y a los judíos en el mundo, dijo una frase notable: Esto nos recuerda que no estamos solos.

Quería significar que él como parte del Pueblo de Dios se sentía reconfortado, no tanto por la magnitud de lo recibido, sino por el simbolismo del gesto.

En las horas difíciles que está viviendo Israel, se manifestó rápida y contundentemente la ayuda de evangélicos que comprendieron cuál es su verdadero rol en estos tiempos.

No basta con el palabrerío vacío y rutinario, algunos evangélicos pasaron a la acción, para hacer ofrendas materiales que tienen el alto valor de la solidaridad manifestada públicamente.

En estos momentos me recuerdo de quienes se declaran coherederos de las promesas de Abraham, pero haciendo una salvedad.

Eso no quiere decir que nos volvamos judaizantes!

Esta es la hipocresía que denunció Jesús!

Expresamos nuestra solidaridad con Israel, pero con reticencias, para no ser llamados judaizantes y perder los favores de una parte de la sociedad o de la propia congregación.

Esta es la tristísima realidad que vivo y que vivimos con relación a Israel. Deseamos ser solidarios con el Pueblo de Dios, pero sin que se note mucho o se haga muy evidente.

Nos preocupa más lo que pueda decir el mundo, que lo que en verdad deberíamos manifestar. Tal vez conociendo esta penosa actitud, es que agradecía la ayuda recibida porque les recordaba que no están solos.

En las horas difíciles es cuando deben manifestarse los verdaderos cristianos.

No seamos hipócritas! Expresemos nuestro Amor y Solidaridad con Israel!

Isaías 52:7

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com