SÉPTIMO MILENIO: LA CONTRADICCIÓN DEL ESCEPTICISMO
Podría afirmarse que una de las últimas modas en materia de pensamiento de la sociedad de nuestros tiempos, es el escepticismo que por definición niega al hombre determinadas capacidades.
Se declara al hombre como incapaz de conocer la esencia de la realidad y poder alcanzar verdades absolutas, lo que resta valor a la certeza sobre la eficacia que puedan tener otras personas o cosas.
En definitiva el escepticismo lleva al hombre a la incredulidad, que es por definición lo absolutamente opuesto a la Verdad y a la eficacia de la Palabra de Dios.
Las continuas tensiones a las que estamos sometidos los seres humanos en este tiempo de la historia, ponen de manifiesto que no somos capaces de encontrar por nosotros mismos las respuestas que buscamos.
No podemos adivinar el futuro ni tampoco dominar los acontecimientos que giran descontroladamente, como ocurre por ejemplo con la economía sujeta a las brutales reglas de la avaricia.
Entonces nos preguntamos: si el hombre no es capaz de llegar a tener seguridad sobre prácticamente nada, por qué si en cambio es capaz de creer en historias que ni los niños pequeños aceptarían?
La respuesta que se origina en el escepticismo nos anuncia que se busca romper esa contradicción buscando un pensamiento que sea crítico y racional a la vez.
Se pretende desde el escepticismo evitar que los hombres sean engañados por otros hombres y se incluye entre esos engaños a muchas de las afirmaciones de la Biblia.
Sin embargo quienes se niegan a la Verdad contenida en la Palabra de Dios, son capaces de aceptar como cierta la teoría de la evolución, que se opone a la Creación.
Los mismos que niegan a la Biblia, dan como cierta algo tan indemostrable como la teoría de la evolución, que nos lleva a tener que dar como cierto que de una ameba surgió un elefante y luego el hombre.
Desde el escepticismo se niega la veracidad de la Biblia, pero no se admite que es precisamente gracias al Texto, se ha podido certificar la existencia de Belén, como ha ocurrido recientemente.
El creacionismo es uno de los principales argumentos que tienen los escépticos para desarrollar sus actividades, olvidando que precisamente ellos son los que argumentan que el hombre es incapaz de dar respuesta a sus interrogantes.
El escepticismo lleva a la incredulidad y la incredulidad a negar la existencia de Dios. No es este uno de los argumentos que utilizó Jesús como ejemplo para dar a los discípulos las señales de los últimos tiempos?
Diego Acosta García