SÉPTIMO MILENIO: NO HABRÁ FIN DEL MUNDO MAYA

La tremenda repercusión mediática que tuvieron las predicciones del calendario maya, acerca de que el llamado fin del mundo se produciría el 12 de diciembre de 2012, finalmente terminaron en otro monumental fiasco.
Mientras tanto los ingenuos de siempre hicieron ricos y famosos a los aprovechados de siempre, cuando aceptaron como ciertas estas predicciones de los indios mayas de Centro América.
Quienes sostuvimos todo lo contrario debimos afrontar las réplicas que tuvieron una gran dosis de malas intenciones, hasta las que pusieron en entredicho a los principios bíblicos.
Toda la parafernalia que se montó en torno a los tres números 12 se vino abajo cuando expertos norteamericanos descubrieron en las paredes de una antigua vivienda maya, la explicación de la supuesta profecía.
La Revista Science publicó que la armonía entre los eventos celestes y los rituales sagrados se extienden unos siete mil años en el futuro y son cíclicas, por lo que se descarta toda posibilidad del fin del mundo en 2012.
La vivienda en la que estaban los grabados fue utilizada se supone en torno al siglo X dC, fue descubierta en 2010 por unos trabajadores guatemaltecos en Xultún un área de unos 12 kilómetros cuadrados.
Esta ciudad en la que vivieron miles de personas, comenzó a construirse en el siglo I aC y estuvo habitada durante más de 800 años, quedando oculta durante mucho tiempo por la densa vegetación selvática.
Los expertos que descubrieron los registros reales en poder de un escribano, quedaron asombrados ya que los pequeños glifos rojos y negros que se extendían por toda la pared, representan columnas de números.
Estas representaciones permiten afirmar que los mayas tenían grandes conocimientos de astronomía, que utilizaban para planificar eventos personales o para coronar a un rey o iniciar una guerra contra otro pueblo.
El descubrimiento puso de manifiesto que las predicciones de los mayas son cíclicas y todo puede explicarse comparando con el cuenta kilómetros de un coche, que se pone a cero y vuelve a iniciar el conteo.
Uno de los científicos aseguró que cuando llegue la fecha anunciada por los catastrofistas, se inventarán otra. En realidad, afirmó, debemos pensar en cómo mejorar al mundo, no pensar solamente en su fin.
Estas sabias palabras sintetizan como los hombres somos seducidos por estas profecías que reflejan más nuestros miedos e incertidumbres, que lo que pueda ser considerado como realidad. Como siempre, nuestra referencia final debe ser sola y únicamente la Biblia.

Fuentes: Revista Science – Estados Unidos
ABC – España
Diego Acosta García

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