LA OTRA HISTORIA – XI
EL MÚSICO DE DIOS
Llamar a Johann Sebastian Bach como el músico del Altísimo supone para muchos un atrevimiento y para la mayoría, una distinción más que merecida para un hombre que recibió un talento excepcional.
Bach nació en el 21 de marzo de 1685 en Eisenach, en el estado Federal alemán de Turingia. Esta ciudad tiene en su memorial un notable acontecimiento histórico de primer ordenl: Fue en Eisenach donde en el siglo anterior al nacimiento de Bach, Martin Lutero tradujo al alemán el Nuevo Testamento.
La obra de Bach la componen 1126 cantas, a las que deben sumarse otras obras como Preludios, Ferias y corales, además de fragmentos y otras composiciones que se han perdido con el paso del tiempo.
Además de su prolífica creatividad, todo lo que rodea al músico alemán, está vinculado con su fe en Dios y por su vida llena de continuos cambios. Se casó dos veces, tuvo muchos hijos, varios de los cuales murieron siendo niños.
A los 15 años ya había sido distinguido por su talento y recibió una beca para estudiar en un colegio de monjas en Hamburgo. La sólida base musical impartida por su padre, comienza a dar sus frutos. Su padre Ambrosius, tocaba órgano, trompeta y violín y murió cuando Johann tenía 10 años.
Luego de tocar como violinista en la corte de Sajonia-Weimar, estudia en Arnstadt, con el organista Dietrich Buxtehude y al cabo de poco tiempo vuelve a su ciudad natal. En Turingia Mulhouseescribe su famosa cantata Dios es mi Rey y se cree que allí también produjo su célebre Tocata y fuga en re menor.
Un tiempo después en Köthen, compone el Concierto de Brandenburgo y la Clave bien temperado. Bach pierde a su esposa y se vuelve a casar en Leipzig, donde escribe para la iglesia una cantata que era interpretada cada domingo por los músicos y el coro.
En Leipzig escribe sus grandes obras corales como Juan y la Pasión según san Mateo, oratorio que se centra en el sufrimiento de Jesús antes de su muerte. La Pasión según san Mateo es una de las mayores obras del compositor alemán y fue interpretada por primera vez el viernes santo del 15 de Abril de 1729.
En su último tiempo de vida fue afectado por la ceguera y no pudo terminar su libro: El arte de la fuga. Murió en Leipzig el 28 de Julio de 1750 cuando tenía 65 años.
La reseña de su vida y obra quedaría incompleta, si no se mencionaran algunas referencias a su obra. Quizás la más impresionante sea la de otro alemán de trascendencia histórica, Johann Wolfgang von Goethe.
Dijo: «Al oír la música de Bach tengo la sensación de que la eterna armonía habla consigo misma, como debe haber sucedido en el seno de Dios poco antes de la creación del mundo».
Bach sintetizó todo en su deseo de exaltar con su música la Gloria de Dios.
Diego Acosta