LA OTRA HISTORIA
El concilio de Constanza deliberó durante siete meses, pronunciando veredictos en los primeros días de mayo de 1418.
El marco histórico era de gran complejidad, pues se debía abordar la restauración de la iglesia, que estaba sumida en lo que se conoce como el Gran Cisma de Occidente.
Otro de los temas que debían considerarse era el de los cambios en las condiciones internas de la iglesia y la doctrina de los sacramentos.
Pero también fue considerada la cuestión relacionada con la necesidad de combatir la herejía. Y fueron considerados dos casos concretos, relacionados con los cuestionamientos a la iglesia, su economía y sus decisiones.
El primero el del teólogo inglés John Wycliffe, que durante años censuró duramente a la iglesia romana por la magnitud de sus riquezas.
Siendo miembro de la Universidad de Oxford, publicó la traducción de la Vulgata al inglés en 1378 y difundió su doctrina de que la potestad estaba fundada en la Gracia, según la cual todas las autoridades tienen sus cargos por la Gracia de Dios.
Tras su muerte en 1384 sus enseñanzas se extendieron por toda Europa y el concilio de Constanza lo condenó post morten como hereje y sus restos fueron quemados en 1425
Su seguidor Jan Hus, rector de la Universidad de Praga, fue condenado también por hereje por el concilio de Constanza y quemado vivo el 6 de julio de 1415.
Jerome de Praga que intentó defenderlo, también fue condenado y quemado vivo por herejía el 30 de mayo de 1416.
El concilio de Constanza se adelantó alrededor de un siglo a la condena a las Reformas de la Iglesia, que comenzarían con Martin Lutero en Wittemberg en 1517.
Diego Acosta
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