MEU GRANDE AMIGO

MEU GRANDE AMIGO

Arlete

Acabo de ler que os animais são os melhores amigos que se pode ter…
Eu já tive animais amigos, mas tenho excelentes amigos humanos…
Apesar de gostar muito de animais, gosto mais de meus amigos humanos…
Com eles troco idéias, recebo informações, rio muito, torço e oro por eles, para que de tudo certo em suas vidas, e recebo ajuda…
Nunca estou só, proque tenho muito amigos, excelentes amigos…amigos de mais de 50 anos.de amizade…
Amo meus amigos, humanos, gente normal, todos eles simples como eu..
Agora tenho um amigo especial….
.Deste não abro mão nunca!!!!
Está sempre comigo, a gente conversa o dia inteiro, e nem vejo o tempo passar…
Com Ele não há solidão…
Ele é teu amigo?
Falo de Jesus Cristo, Meu Grande Amigo…
Ele deu Sua vida por mim!!!!
Me atende em todas minhas necessidades!!!!
Fale com Ele e comece uma amizade verdadeira com Ele…
Grande abraço….

Pra. Arlete Batista Ferreira – Brasil

www.septimomilenio.com

CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

Jonathan

Reproducimos el mensaje del Rabino mesiánico Jonathan Cahn, en el Capitolio de los Estados Unidos.

Palabras de alto contenido profético que tienen vigencia tanto para el país donde fueron pronunciadas, como también para otros que tomaron decisiones contrarias a lo establecido por el Dios Todopoderoso!

Oremos para que estas palabras sean escuchadas y comprendidas en todo su valor profético.

Este es el enlace para escuchar el Mensaje con traducción al español:

 

CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

A FAVOR O EN CONTRA

bandera

 

Cada día que pasa nos vamos acercando al tiempo en el que no tendremos ninguna posibilidad de permanecer indiferentes o cuando menos equidistantes con la situación de Israel.
Una gran parte de quienes nos llamamos creyentes mantenemos una actitud que resulta incomprensible, si se profundiza un poco en su intencionalidad.
Por un lado nos llamamos coherederos de las promesas hechas por Jehová a Abraham y por tanto nos declaramos bendecidos con relación al futuro.
Pero también somos capaces de mostrar nuestra prudencia con relación a Israel, para que nadie nos pueda señalar o acusar como judaizantes.
Es decir, los humanos casi nunca nos definimos con claridad acerca de lo que se nos pregunta. En un caso somos coherederos de Israel y en otro caso, tratamos de tomar distancia con los hebreos.
Esta contradicción es la que nos debe hacer reflexionar con relación a los tiempos bíblicos y también con los que se están anunciando.
Con relación al pasado es evidente que con Israel hay una sola posición: O se está con el Pueblo de Dios o se está en su contra.
La ambigüedad señalada en el Libro de Apocalipsis, cuando se habla de la Iglesia de Laodicea, es terminante. Dios vomitará de su boca a los tibios…
Por tanto nos queda la alternativa de ser fieles al legítimo sentimiento de ser coherederos de las promesas recibidas por Abraham y por tanto, obrar en consecuencia.
Es triste comprobar cómo la tibieza de quienes no quieren ser acusados de judaizantes, queda al descubierto como una forma de no comprometernos excesivamente ante la sociedad de la que formamos parte.
Tal vez sin desearlo lo único que estamos haciendo con estas actitudes es estimular y engrandecer el coro que actúa desde diversos ángulos en contra de Israel.
Cada día que pasa los márgenes que tenemos son más estrechos. Apoyar a Israel es una decisión que nos compromete ante los hombres, pero finalmente nos compromete con relación al propio Dios.
Aceptará el Todopoderoso que quienes se llaman sus hijos estén en contra de su Pueblo?
Esta es la gran pregunta que nos debemos responder. Los tibios y los que nos declaramos defensores de Israel.
Oremos para que Dios nos conceda Sabiduría y la Valentía que viene de lo Alto, ante los difíciles tiempos que se avecinan. Los tiempos del fin!

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

Y EL AUTOR?

bible5
Los episodios tan tremendos como los de la Iglesia de Charleston, en Carolina del Sur, son conmovedores y altamente emotivos.
Nos alarma que nueve personas hayan sido asesinadas sin ninguna clase de piedad y en cumplimiento de una llamada guerra racial.
Las primeras reacciones son de condena, repulsa, compasión por los familiares y preocupación por la posibilidad de que vuelva a repetirse el drama.
Pero también muchas personas se sienten invadidas por un sentimiento un tanto diferente, pero estrechamente relacionado con la tragedia.
Y ese sentimiento no es otra cosa que el estupor. Por qué nos sorprendemos? Que es lo que llama tanto la atención, que incluso llega a desplazar la imagen de las muertes, hacia su autor?
Y entonces repetimos frases que se tornan comunes a fuerza de ser escuchadas en circunstancias parecidas. Nadie acredita que ese chico tan simpático y respetuoso hubiera sido capaz de matar.
Ese chico o ese vecino la vecina de nuestro piso de arriba. Siempre o casi siempre tenemos una referencia cercana.
Planteada así la situación podríamos reflexionar sobre un aspecto diferente: Si era tan cercano a nosotros, al punto de saludarlo todas las veces que lo encontrábamos, por qué no advertimos nada en él que nos llamara la atención?
O será que simplemente saludamos por cumplir con las normas de educación? O será que nuestra máxima aproximación a una persona, es darle los buenos días?
La importancia que le concedemos a nuestra propia vida, nos hace olvidar que a nuestro alrededor también viven personas, que pueden estar necesitando de nosotros.
Pero eso nunca lo sabremos si solamente nos dedicamos a nuestra valiosa existencia, a la ponderación de nuestros afanes y de nuestros anhelos.
Si en algún momento nos hubiéramos acercado a un vecino, sabríamos que tiene problemas con sus padres o con sus hermanos o en el colegio.
Si hubiéramos hablado con alguna vecina, sabríamos que tiene graves problemas con su esposo e incluso que teme por su vida y la de sus hijos.
Cuántas cosas sabríamos, no por meternos en la vida de los demás, sino obrando con la Misericordia que reclamamos todos los días a nuestro Padre.
No estamos haciendo la apología de ese mal que llamamos cotilleo, chisme…Estamos hablando de la preocupación auténtica por el prójimo.
Estamos hablando del cumplimiento de la Gran Comisión. Estamos hablando del cumplimiento del mandato que nos dejó Jesús, de llevar el Mensaje de Salvación hasta los confines de la tierra.
Pero, si no lo podemos llevar hasta tierras lejanas, por qué no lo llevamos a quienes están a nuestro alrededor?
Tal vez entonces no tengamos que preocuparnos por el autor de una masacre, porque tal vez podríamos haber evitado que algo terrible ocurriera.

 

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

LA DEPRESIÓN

bible5
Con notable facilidad afirmamos que hay cuestiones que son propias del tiempo en que vivimos, ignorando deliberadamente lo que ocurrió en el pasado.
Ignorando por no desear recordar o ignorando, directamente por no saber de hechos ocurridos en la historia lejana.
Una de las cuestiones que ignoramos es la de los estados de ánimo relacionados con la depresión. Pensamos que se trata de un mal de la sociedad de la que formamos parte.
Sin embargo la depresión registra su presencia de manera cierta y concreta en la vida de personas que existieron hace centenares de años.
Por tanto es posible tratar de aproximarnos a lo que significa la depresión y sus causas. Y también y esto es lo verdaderamente importante, aportar elementos para ayudar a quienes se encuentran en esa situación.
Un caso notable es el del profeta Jeremías, a quién le tocó obrar en nombre de Jehová en tiempos muy difíciles para el reino de Judá, incluso hasta más allá de la caída de Jerusalén por las fuerzas de Babilonia.
El hombre a quién Jehová eligió para que hablara a su pueblo, llegó a maldecir el día en el que nació, para luego ver su vida bajo el signo de la afrenta.
Que lleva a un hombre a semejante estado de ánimo?
Tal vez el no haber sido capaz de soportar las condiciones a la que lo sometían sus semejantes, principalmente a causa de los anuncios que Jehová le encomendaba.
La depresión de Jeremías se parece a la de muchos hombres y mujeres que no son capaces de soportar la presión de la sociedad en la que viven.
Es nuevo que alguien sufra afrenta y escarnio? No, pero la capacidad de soportarlos, sigue siendo tan difícil como lo era en los tiempos del profeta.
Como afrontó la situación Jeremías: Recordando quién lo había enviado y cuál era la misión que tenía que cumplir, sabiendo que había un propósito para su vida.
La soledad ante la crueldad de la sociedad, puede superarse si verdaderamente entendemos que nuestra vida no solo consiste en lamentar nuestros problemas, sino en ayudar a otros que también los están sufriendo.
Así como Jeremías recordó que él hablaba en nombre de Jehová, debemos buscar siempre al Eterno para que nos auxilie y nos fortalezca en la hora de la adversidad.
La depresión es un mal del hombre, que no es capaz de superar sus propias limitaciones nacidas en el egoísmo del corazón!
Si dejamos de mirarnos con lástima, podremos ver que hay a nuestro alrededor, quién puede recibir nuestra ayuda, aunque todavía estemos llorando!

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

ESTAMOS DESCONCERTADOS?

ESTAMOS DESCONCERTADOS?

Me14Ma15

Es demasiado frecuente que los que nos llamamos hijos de Dios, manifestemos nuestra falta de entendimiento frente a los sucesos que ocurren a nuestro alrededor.
Si fueran personas del mundo podría entenderse perfecta mente esta situación. Pero siendo como somos herederos de las Promesas, resulta casi inadmisible que afirmemos que estamos asombrados ante los acontecimientos mundanos.
Cabe preguntarse: Como traducimos esa sensación de desconcierto?
Tal vez lo más grave de la respuesta sea que no son los hechos del mundo los que nos afectan, tal vez sea nuestro propio interior el que nos tenga preocupados, aún sin saberlo.
El desconcierto puede entenderse como una pérdida gradual de la confianza en el Señor!
El desconcierto puede entenderse como un alejamiento sistemático con la Palabra de Dios!
Estas dos condiciones son más importantes de lo que pensamos. Los grandes hombres de la Biblia también vivieron horas difíciles, angustiosas e incluso corriendo riesgo de perder la vida.
La diferencia con ellos es que siempre terminaron confiando en aquello que habían recibido como

enseñanza.
No dudaron de Dios! Dudaron de ellos mismos!

Si tomáramos como ejemplos válidos a estos hombres fundamentales en la Biblia, tal vez podríamos comenzar a cambiar nuestra actitud. Tal vez podríamos dejar de lamentarnos y entender que las quejas no contribuyen a ninguna solución.

Jesús nos encomendó ir a los hombres!

El Hijo del Hombre no nos mandó a que sean los hombres los que influyan sobre nosotros. No nos mandó a que lo negáramos con nuestros hechos, a pesar de que no lo hagamos con nuestras palabras.
Tras la muerte y Resurrección gloriosa de Jesús hubo quienes cayeron en el desconcierto y en el temor. Había ocurrido algo que a pesar de ser anunciado tres veces por Jesús, no había sido tenido en cuenta. Como si los hechos por negarlos o no admitirlos, dejarían de ocurrir.
Rompamos con decisión esta inercia que nos lleva al desconcierto. Renovemos nuestro Pacto con el Señor, como ÉL lo renueva cada día derramando su Misericordia sobre nuestras vidas.
Usemos el desconcierto de hoy, como el impulso para la firmeza de mañana!
Nuestra confianza solamente puede estar depositada en Dios!
Recordemos el mensaje del Libro de Deuteronomio en el Capítulo 32 Versículo 18:

De la Roca que te creó te olvidaste;
Te has olvidado de Dios tu creador.

Que hoy sea el fin del desconcierto!

Que hoy sea el Día de la Afirmación en Jesús!

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

LEU???

Arlete

LEU???

Ministrando a um grupo caseiro em Ibiza, recebi do Senhor o seguinte:
Alguém inventa uns termos novos, e prontamente todos nós o adotamos….
Quem foi que disse que existe o «sobrenatural» de Deus?
JESUS DISSE: OS SINAIS SEGUIRÃO OS QUE CREREM…
Milagres, curas e maravilhas, são apenas a «normalidade» daqueles que creem, é o normal, natural e consequente para aqueles que creem Nele!
Com a expectativa de «ver» coisas, andamos de um lado para o outro em busca do tal «sobrenatural», e nos esquecemos que nós, os que cremos, deixamos atrás de nós, as marcas da Presença do Espírito Santo em nossas vidas…
Também isto não é «sobrenatural», só é o normal de Deus em nós…
O levamos dentro de nós…
Ele nos tem dado todas as coisas…
Cuidado com as novidades…
Não corra atrás delas….
Pare… pense… relembre o que aprendestes da Palavra, e desfrute de uma vida de abundância na Presença do Teu Deus!!!!
Leia a Bíblia com teus olhos e não com os olhos dos demais…
Cada dia tem coisa nova….
Na mesma Bíblia que você leu ontem…
Leu????

Pastora Arlete Batista Ferreira

www.septimomilenio.com

CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

El HELIÓGRAFO

lourdes

Y la tierra estaba desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el Espíritu de Dios estaba sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: sea la luz y fue la luz.
Así dice en el libro de Génesis capitulo 1 versículos 2 y 3.
Primero Dios creó los cielos y la tierra e inmediatamente después creó la luz.
La palabra luz según el diccionario de la Real Academia tiene varios significados pero yo he escogido tres que me parecen interesantes y a tener en cuenta para los hijos de Dios.
El primero es: Agente físico que hace visibles los objetos.
Segundo:
Claridad que irradian los cuerpos en combustión, ignición o incandescencia.
Y tercero: Modelo, persona o cosa, capaz de ilustrar y guiar.

Jesús dijo de nosotros los que le seguimos: Vosotros sois la luz del mundo.
Me pareció interesante comenzar ésta reflexión dando estos datos, porque hace unos días escuchando un programa oí hablar de un aparato del que yo no había escuchado hablar nunca: el Heliógrafo. Y la explicación que dieron de lo que es ese aparato usado en meteorología me pareció muy interesante.
Es un instrumento que se utiliza para medir las horas de sol en un período de un día. Consiste en una esfera de cristal la cual juega el papel de lente concentradora de la luz solar que es concentrada y proyectada a una cartulina en su parte inferior. La cartulina se quema de acuerdo a la intensidad de la luz.
Así que comencé a pensar en mi vida: Al principio todo estaba desordenado, estaba vacía y las tinieblas llenaban mi corazón. Dios trajo esa convicción a mí. Hasta allí yo había deambulado por mi vida sin tener el control de ella. Al ser consciente de esto Dios me dio luz. La luz de Jesucristo se encendió en mi corazón y entonces a partir de este momento comenzó toda una transformación en mí; la luz de Jesús comenzó a hacer visibles todas las áreas de mi vida en tinieblas, pero hizo algo más, comenzó a encenderse mi corazón de amor a arder de pasión por hacer su voluntad y agradarle; a querer, a querer alumbrar a otros y que otros pudieran arder.
Decían los dos discípulos que iban por el camino de Emaús ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino y cuando nos abría las escrituras?
Lo podemos leer en el libro de Lucas capítulo 24 versículo 32. Su palabra, la palabra de Dios es luz que disipa las tinieblas yo deseo ser ese modelo de persona capaz de reflejar la luz de Cristo, la verdad es que no siempre arde mi corazón con la intensidad y con esa pasión que lo hacía al principio
Sé que tengo que esforzarme, no pueden haber tinieblas en mí y en ocasiones las hay, no puedo dejar de alumbrar para que otros vean el camino, tengo que arder de pasión. Meditando en ello se entristeció mi corazón ¿y si el Señor, heliógrafo en mano mide cuantas horas de luz soy a lo largo del día? ¿Cuánta luz de Cristo concentro en mi vida de forma que proyectada sobre otros pueden arder? ¿Hay intensidad en mí del amor de Cristo por las almas perdidas? ¿Se quema mi corazón de amor por aquel que dio su vida por mí?

Es bueno que le pidamos al Señor: ¡¡Señor quiero ser una herramienta útil en Tus manos Señor!! ¡¡Quiero ser luz, quiero arder, quiero vivir apasionadamente y no por momentos Señor!!
!No cuando a mí me viene bien, quiero reflejar tu luz siempre!.

Mateo 5: 14 al 16

Lourdes Diaz

www.septimomilenio.com

CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

UNI-DAD (esa palabra dividida)

lourdes

 

Unidad: propiedad de todo ser, en virtud de la cual no puede dividirse sin que su esencia se destruya o altere.
Había una vez una familia que servía a un rey, era una familia grande y estaban sirviendo en diferentes lugares del reino. En ocasiones podían juntarse y compartir aunque algunas veces después de estar unos días juntos solían surgir diferencias de opiniones y disputas en la forma de cómo servir al rey. A pesar de ello se llevaban bien, pues sabían que era uno de los requisitos para servir a este monarca. Pero lo cierto es que había discrepancias entre ellos.
Aun así cuando tenían oportunidad y cada cierto tiempo hacían llegar al rey la petición de que querían estar toda la familia unida, que juntos podrían servir mucho mejor, ser más fuertes y convincentes para animar a otros a servir al rey. Cierto es que era una petición inconstante y no apoyada por la acción pero conociendo la forma de proceder del rey ellos se empeñaban en hacer ésta petición sin estar dispuestos en verdad a pagar el precio por la unidad.
El monarca hizo llamar a los más ancianos de ésta familia para hablar con ellos y cuando los tuvo en su presencia les dijo: Me llegan cada cierto tiempo peticiones vuestras de que queréis uniros todos los miembros de la familia en un mismo lugar para servirme; si bien es cierto que yo deseo que entre todos mis siervos haya unidad, que os respetéis, améis y compartáis todas las cosas que yo ofrezco a los que dan su vida en el servicio, pero, aún no entiendo muy bien este empeño vuestro de querer estar juntos si cuando esto sucede acabáis discutiendo entre vosotros, sois incapaces de poneros de acuerdo y además no queréis sujetaros los unos a los otros… También me sorprende porque sé que muchos de vosotros en vuestras propias casas estáis divididos teniendo problemas de sujeción, el esposo con la esposa, la esposa con el esposo, los hijos con los padres.
Esta situación se vive muy a menudo en el pueblo de Dios. Sabemos que Dios nos llama a la unidad, nos juntamos, nos llamamos familia y buscamos estar de acuerdo, pero cuando estamos juntos surgen las discrepancias, las contiendas y las divisiones. No nos gusta que éste tenga más protagonismo o que aquél haga más tareas, o que el otro tenga más responsabilidad o autoridad. Por no hablar de que en nuestras mismas casas los esposos mal usan la autoridad con la esposa o con los hijos, las esposas no son la ayuda idónea que deberían ser y los hijos no honran a los padres. Sin hablar de la falta de unidad que hay entre mi mente y mi corazón entre lo que quiero hacer y lo que hago, o entre lo que sé que tengo que hacer y no hago, pero aún así oramos por la unidad de los hijos de Dios.
¿Es malo orar por la unidad?
¡Por supuesto que no! Es bueno y necesario buscar la unidad, pero la unidad como el avivamiento tiene que comenzar por la casa: Si nuestro corazón está dividido sirviendo a Dios y a las riquezas o a las cosas de este mundo, si en casa estamos divididos, si nuestra familia vive dividida ¿Cómo va a unirse la familia de la fe?
Cuando tú seas uno con Dios, habrá unidad. Juan 17:21

Lourdes Diaz – España

www.septimomilenio.com

CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

lourdes

FRAGANCIA DE CRISTO

 

En muchas ocasiones los cristianos pronunciamos las palabras de olor grato. y en algunos pasajes de la Biblia leemos a cerca del olor grato que sube a Dios.

Yo hoy me pregunto ¿estoy siendo olor grato a Dios?

En el Libro de Éxodo capítulo 30 Dios da instrucciones a Moisés para crear un perfume según el arte del perfumador, le da las medidas exactas para cada hierba, aceite, incienso que tiene que mezclar y le dice V. 36 …y lo pondrás delante del testimonio en el Tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa Santísima. Dios es el que sabe las medidas adecuadas para que el perfume sea el que Él quiere oler, y su nariz sabe distinguir perfectamente el olor auténtico de la imitación.

En el mundo de los perfumes es muy preciada la persona que crea las fragancias, pero aún mucho más valiosa es la nariz, de esa persona que sabe distinguir las mezclas, reconocer las flores, los aceites o las hierbas usadas para conseguir una fragancia. A esa persona no se la puede engañar y de hecho las casas de perfumes pagan grandes cantidades para tener a los mejores, pues hay mucha competencia y tener el mejor significa ser los primeros en el mercado, los más buscados, los más caros.
No hay ninguna fragancia creada por el hombre que pueda impresionar a Dios.
El tener esa sensibilidad para crear fragancias es un regalo concedido por el Dios creador a algunas de sus criaturas, así como otros son buenos diseñando naves, creando diseños de ropa.
Todos heredamos algo de los dones que tiene Dios, pero solo en Él está la perfección.
Dios tiene las medidas exactas de ese perfume que Él quiere oler allí donde derrame su presencia. Es imposible hacer nada mejor, pero también advierte que esa fragancia ha de ser cosa sagrada para Él.
¿Cómo puedo dar yo olor grato para Dios? Oliendo a Cristo y ¿cómo olía Cristo, que olor desprendió delante de la presencia de Dios? El olor que Cristo dio al Padre fue el olor del DOLOR, DE LAS LÁGRIMAS, DEL SUDOR, DE LA SANGRE, INCLUSO DEL MIEDO, EL OLOR DE LA MISERICORDIA, DE LA COMPASIÓN, DEL AMOR.
EL OLOR DEL SUFRIMIENTO, PERO TAMBIÉN EL OLOR DEL GOZO POR CONSEGUIR ALCANZAR EL PROPÓSITO POR EL CUAL ÉL HABÍA VENIDO A ESTA TIERRA.
Esa es la fragancia de Cristo y esa es la fragancia que debemos desprender los hijos de Dios!
Cualquiera que de otro perfume que no sea el aroma de Cristo será cortado. No nos conformemos con las imitaciones y busquemos dar el AROMA original.
Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Efesios 5:2

Lourdes Diaz

www.septimomilenio.com