CIENCIA


La exaltación de la ciencia puede llevar a los hombres a peligrosas conclusiones. De allí la importancia de darle su justo valor a los efectos de no caer en ninguna clase de excesos y mucho menos a considerarla en un nivel diferente del que debe tener.

Esto significa que hay quienes a través de los logros que se van obteniendo, pueden llegar a pensar que la ciencia es sí misma es el resultado de la superioridad del hombre y por tanto puede transformarse en una especie de religión.

Es bueno que confrontemos todo lo que el hombre ha sido capaz de elaborar, con lo que Dios ha Creado. Esto permitirá tener una dimensión verdadera de lo que el talento humano ha sido capaz de producir.

Quienes creemos en la Omnisciencia de Dios sabemos que todo está subordinado a su Voluntad, que todo lo que ha sido creado es sustentado por Jesús porque por Él y para Él fueron creadas.

Desde esa perspectiva podemos entender que los logros de la ciencia son producto de la forma en que Dios ha permitido a los hombres que desarrollen sus talentos para que conozcan parte de su Creación.

Cuando Jesús ejerció su ministerio terrenal eran tan pocas las cosas que el hombre conocía sobre lo que lo rodeaba, que solamente bajo la comprensión de la Verdad bíblica, podemos entender como la especie humana ha crecido en conocimiento.

Por tanto no hagamos de la ciencia una religión. Comprendamos que lo único que ocurre con los descubrimientos, es que el Creador está permitiendo que podamos tomar conocimiento de ellos.

Dios es el principio y el fin de todo!

Proverbios 3:19-20

Devocional: Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
www.septimomilenio.com
Edición: Daví Blumenthal
PactoNuevo – http://www.pactonuevo.org

Deja una respuesta