COBARDÍA…?

verguenza

Jesús nos mandó: Mirad que nadie os engañe!

No solo era una advertencia.

También lo podemos interpretar como vivir en estado de permanente alerta para evitar que la maldad del mundo, sea mayor que la obra de extensión del Evangelio.

Si realmente viviéramos en estado de alerta, podríamos apreciar como cada día, el mundo nos gana pequeñas batallas.

Una de ellas, es la de ir aceptando la prédica sobre todo tipo de meditaciones. Resulta evidente, que la meditación está relacionada con las diversas formas de aplicar el budismo.

Con bochornosa tranquilidad aceptamos que se hable y se comente de la meditación budista y en cambio no somos capaces de proclamar la Verdad de Cristo.

Para el caso de la meditación tenemos tolerancia y para el Mensaje de Salvación una impúdica vergüenza.

Pablo dijo que no se avergonzaba del Evangelio!

Nosotros, los que nos llamamos los hijos de Dios, pareciera que sí nos avergonzamos!

Por qué no hablamos de la Palabra de Dios?

Tenemos miedo?

Tratamos de parecer tolerantes?

No buscamos confrontar con nadie y nos refugiamos entre los muros de un templo, desoyendo el mandato bíblico de hacer exactamente lo contrario.

Tuvo miedo o vergüenza Pedro cuando habló a los judíos?

Estamos viviendo tiempos difíciles, dificilísimos. Pero debemos dar gracias por tener el privilegio de vivir en las horas de las dificultades. No por nuestras fuerzas, sino por la convicción de nuestra fe en el Señor.

Todos los días me digo: No es hora de tibieza!

Y no quiero ser vomitado de la boca del Eterno!

Ahora no tengo ni tenemos ninguna disculpa ni excusa!

Ninguna!

Apocalipsis 3:15-16

Diego Acosta / Neide Ferreira

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