Quienes buscamos servir al Señor poniendo lo mejor de nuestras vidas no estamos exentos de tener momentos de duda o de no saber muy bien qué hacer.
Esencialmente esto se relaciona con un aspecto sobre el que raras veces nos detenemos a pensar: Se trata de establecer con la forma en que servimos al Señor.
Para decirlo de otra manera, debemos tratar de saber cuál es el nivel de nuestro trabajo como siervos para contribuir a establecer el Reino y para concretar la Gran Comisión.
Inmediatamente nos podemos preguntar: Lo estamos haciendo bien, más o menos bien o buscando la excelencia? Probablemente la respuesta que nos demos nos guiará hacia el fondo de la cuestión.
Para la mayoría de las personas nos bastaría pensar que lo estamos intentando, pero deberíamos buscar una alternativa diferente a este planteamiento.
Hacerlo más o menos bien o hacerlo bien, son dos posibilidades que demandan esfuerzo, pero no todo el esfuerzo que está en nuestra capacidad o en nuestro talento.
Verdaderamente la cuestión sería no solo emplear a fondo nuestros talentos sino también buscando como objetivo servir con el máximo de eficiencia. De esta manera podríamos acercarnos al Señor y su Grandeza.
Mateo 4:10
Diego Acosta García