Las imágenes de una iglesia que estaba sufriendo una fuerte lluvia, mostraban a los asistentes tratando de evitar que el agua mojara sus pies.
Las imágenes que pertenecen a unos hermanos, estaban acompañadas por una pregunta: Ud. congregaría en esta iglesia?
Miré con atención los rostros de quienes participaban del culto y me resultó precioso y emocionante. Nadie parecía preocuparse por las consecuencias de la lluvia y alababan al Señor con ánimo y alegría.
Entonces me pregunté: Me gustaría estar en esa iglesia bajo la carpa que la cobijaba?
Después de mirar nuevamente las imágenes y sin caer bajo la influencia de las emociones o los sentimientos, mi respuesta fue: SI!
Por la sencilla razón que esos hermanos estaban haciendo lo que debían, sin hacer concesiones a las comodidades, ni al lujo, ni a la técnica audiovisual, ni al aire acondicionado.
Simplemente estaban asistiendo al culto, en donde podían y con los medios que tenían. Seguramente Dios habrá posado su mirada de Amor sobre ellos.
Eso es lo que nos reclama!
Honrarlo de corazón!
Sin la espectacularidad de los grandes lugares de culto, pero llenos de fe y entusiasmo. Ese es el Pueblo que Jesús demanda para evangelizar!
Efesios 3:20-21
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que
actúa en nosotros,
a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por
los siglos de los siglos. Amén.
Efésios 3:20-21
Ora, àquele que é poderoso para fazer tudo muito mais
abundantemente além daquilo
que pedimos ou pensamos, segundo o poder que em nós opera,
a esse glória na igreja, por Jesus Cristo, em todas as gerações,
para todo o sempre. Amém!
Diego Acosta / Neide Ferreira