El teólogo francés Pasquier Quesnel, escribió: De que sirve ser estimado del que no ve más que la obra externa, si uno es condenado por Aquel que ve las obras del corazón?
Este hombre nació en 1.634 y murió en 1.718 y su reflexión sigue teniendo vigencia a través del tiempo transcurrido, porque revela una Verdad que es completamente válida en nuestros tiempos.
Buscamos cada día el reconocimiento por lo que creemos que somos, por lo que hacemos, por los méritos que nos adjudicamos y por los méritos que deseamos que los demás nos concedan.
En esa búsqueda nos agotamos hasta extremos inimaginables, porque estamos obrando con nuestras fuerzas, con nuestra capacidad y con nuestro empeño.
Podemos advertir entonces que estamos totalmente alejados del Camino que es Jesús, alejado de lo que nos enseñó y muy distantes de lo que debimos aprender.
Es necesario que seamos capaces de detener nuestro afán de vana gloria y nos centremos en lo que es nuestra vida, y entonces comprenderemos cómo podría ser de diferente, tan distinta y tan plena.
Quizás no obtengamos nunca el reconocimiento de nadie, pero si buscamos el reconocimiento de quién nos llamó para Salvación entonces sí podremos disfrutar de nuestra condición de hijos de Dios!
Gálatas 1:10
Diego Acosta García