SÉPTIMO MILENIO
Si dices que no eres esclavo del pecado, pero no eres esclavo de Cristo, permíteme decirte que « eres esclavo del pecado».
Ro.- 1:1 dice: Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el Evangelio de Dios,
Escuché decir a alguien: Estoy bien en ésta iglesia porque hago lo que quiero y no me dicen nada.
Tristemente vemos que hay quien prefiere tener los bancos ocupados a confrontar a los que quieren hacer lo que les da la gana. No te inquietes si tu congregación es de las que está medio llena, Jesús caminó con pocos dispuestos a servirle incondicionalmente, Jn 6:66.- Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él.
Ya lo dijo Pablo, seguir a Cristo no es fácil, es un camino de renuncia, para que se enseñoree Cristo no puede enseñorearse el pecado.
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
Porque según el hombre interior, me deleito en la Ley de Dios;
pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Ro 7: 19-25.
Lourdes Diaz