DEBERES

avioncitoTeníamos un amigo que frecuentemente reclamaba de las personas que cumplieran con sus deberes. De tanto decirlo, esto pasó a formar parte de su personalidad, pues era como el… gran reclamador.

Un día le preguntamos: Y tus deberes, los cumples?

Curiosamente, no tuvimos ninguna respuesta. Ni positiva ni negativa, lo que nos llevó a pensar que la cuestión de los deberes no siempre la cuidamos como debemos, pero siempre la reclamamos con un entusiasmo notable.

Si nos preguntáramos nosotros mismos por el cumplimiento de nuestros deberes, tal vez nos llevaríamos una gran sorpresa. Porque es probable que cumplamos la mayoría de ellos.

Pero en qué medida cumplimos con nuestros deberes?

Dejando aclarado que entendemos que las obligaciones pueden reemplazar como concepto a la palabra deberes, deberíamos de decir que consideramos esta cuestión como algo natural.

Esto abarca desde el principio de nuestra vida y la obligación que tenemos como hijos, a la responsabilidad que tenemos como esposos y como padres de nuestra descendencia.

También es natural cumplir nuestras obligaciones ciudadanas y las que se derivan del cumplimiento en nuestro trabajo y con las personas que forman nuestro círculo más cercano.

Pero, y los deberes con Dios como los cumplimos?

Podríamos decir que somos cumplidores a medias, como en la vida natural. Porque nunca ponemos verdadero empeño en ser verdaderamente eficaces con aquello que hacemos cotidianamente.

El más o menos parece haberse convertido en una especie de religión…que es una guía para todos nuestros actos.

Dios no acepta a los tibios, ni aún en el cumplimiento de nuestros deberes naturales.

Deuteronomio 6:18

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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