DECLINAR

Hands on page of Bible, close-up (toned B&W)
En mis lejanos tiempos de estudiante, teníamos un profesor de latín, que era un personaje singular, por lo sabio y por lo radical.

Como teníamos un pobre interés por su materia, un día cansado de nuestras torpezas nos dijo: Hay algo contra lo que no se puede luchar…al que quiere ser bruto no hay forma de corregirlo.

Yo como casi todos mis compañeros tomamos esta observación con gran indiferencia, pues pensamos que provenía de un hombre frustrado por la materia que enseñaba.

Pero poco después un profesor de oratoria, me comentó que el mayor cambio de su persona lo había recibido cuando estudiaba latín.

Le pregunté con gran sorpresa por qué razón el latín había influenciado tanto en su vida? Y me contestó rotundamente, porque declinando los verbos aprendí a pensar.

Desde ese momento me dediqué a estudiar el idioma que había hecho a menos, con la intolerable necedad de jóvenes q ue pensábamos que éramos los sabios del mundo, ignorando un idioma fundamental.

Del mismo modo, a lo largo de mi vida de cristiano, he aprendido que hay un verbo que deberíamos declinar a diario: Es el verbo escudriñar!

Puede transformar nuestra vida, porque nos ayudará a distinguir lo que es bueno y a estar alerta por lo malo. Así NO habrá lugar a confusiones!

No importa donde lo hayamos escuchado, leído o visto. Lo que importa es que todo lo que nos llegue como mensaje, lo confrontemos con la Palabra de Dios.

Es mi única Guía y mi única manera de buscar la Verdad!

Escudriñar, debe ser un verbo de obligatorio aprendizaje!

Proverbios 2:3-5

Diego Acosta / Neide Ferreira

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