En qué momento perdimos el gozo, la sensación de paz con la que vivíamos? Un día nos levantamos y advertimos que algo ha cambiado y no sabemos muy bien qué es lo que ha pasado.
Pueden venir a nuestra memoria muchas situaciones que nos afectaron y por eso al recordarlas, nos perturban. O pueden ser cuestiones relacionadas con el futuro que nos agobian por la incertidumbre.
Analizando todo esto podemos concluir que es así como viven las personas en el mundo. Presionadas por su pasado y ansiosas por su futuro, sin encontrar una salida a esa tribulación.
En el Libro de Isaías se hace mención a la historia de Tiro que pasó de los tiempos felices a los tiempos en los que sería olvidada por setenta años por decisión del Eterno.
Esa condena al olvido nos debe llamar la atención acerca de cómo vivimos. Acerca de lo que hacemos e incluso acerca de nuestra soberbia, de nuestra prepotencia.
Hacer memoria de Tiro nos puede sorprender, pero hablando de una ciudad podemos sacar ejemplos que nos permitan advertir acerca de cómo actuamos y sus consecuencias.
No esperemos que nos lleguen los simbólicos 70 años de olvido como ocurrió con Tiro, para cambiar de vida y comprender que el desasosiego es una advertencia para que sepamos que hay cosas que estamos haciendo mal.
Isaías 23:8-9
Diego Acosta García
