En un descuido de sus padres un niño dejó caer unas miguitas de pan en la Biblia familiar. Cuando los mayores advirtieron lo que había pasado, lo reprendieron duramente.
Le hicieron notar que había ensuciado, que había mancillado la Palabra de Dios y que debía de tener más cuidado en lo que hacía y completaron sus reproches con un castigo.
Este caso nos causó una gran impresión. Cabe preguntarse? Donde está el amor y la misericordia de este hombre y de esta mujer? Como es posible que se lleguen a estos extremos en el cuidado de una Biblia?
En realidad el niño ensució el Libro pero de ninguna manera había mancillado la Palabra de Dios. No es con unas miguitas como se puede afectar el Texto Sagrado.
No es esta una forma de idolatría? No es idolatría llevar a estos extremos el cuidado de la Biblia? Acaso un descuido infantil puede causarle algún daño a las palabras del Eterno?
Y el niño que habrá pensado de lo ocurrido? Y donde estaba el amor sobre el que le enseñaron en la escuela dominical? Y donde estaba el amor de Cristo por los niños?
Cuidemos nuestras actitudes, porque pueden afectar gravemente a quienes las reciben. Tampoco caigamos en la idolatría hacia un Libro que es solo la representación material de la Palabra de Dios.
Juan 5:20-21
Diego Acosta García
Música: Neide Ferreira