Hay quienes aseguran, que se puede estar dormido, con los ojos abiertos.
La primera vez que escuché la frase me sorprendí y las dos veces que las viví, me salvé por la Gracia maravillosa del Señor.
Pero, podemos estar con los ojos abiertos, sin dormir y lo mismo estar en un estado como de sueño, ajenos a todo lo que nos rodea.
Estar despierto, significa prestar atención a todo y a todos. Significa también tratar de apartarse del ruido del mundo.
Este apartarse, es el que revela la intención de escuchar el susurro del Espíritu Santo cuando nos habla, cuando busca saber que estamos dispuesto a escucharlo.
Esta es una de mis luchas cotidianas, buscando vencer mis limitaciones, mis momentos de pensar en cosas vanas y mis debilidades hacia lo frívolo del mundo.
Estar despierto, es velar por todo lo que verdaderamente justifica prestar la máxima atención a lo importante, sin prestar oídos a la seducción mundana y buscando siempre a Dios.
Proverbios 2:2
Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;
Si inclinares tu corazón a la prudencia.
Provérbios 2:2
Para fazeres atento à sabedoria o teu ouvido,
e para inclinares o teu coração ao entendimento.
Diego Acosta / Neide Ferreira