DICHOS…

pobre
Recuerdo que cuando era niño mis abuelos maternos eran muy dados a completar sus pensamientos, con expresiones coloquiales inolvidables.

Mi abuela era la de las cosas cotidianas…mi abuelo, era el hombre de las profundidades. Se repartían de esta manera el misma comportamiento.

Así aprendí muchas cosas!

Quizás la frase que más recuerdo de mi abuelo era: Siempre es preferible ser rico y sano, que pobre y enfermo…

Y agregaba con una sonrisa: Yo por ejemplo, sano soy y pobre soy!

Esta contradicción de lo que él mismo acababa de decir me recuerda varias decenas de años después, a como son los comportamientos del mundo.

No nos conformamos con ser sanos…y pobres. Deseamos ser sanos y ricos!

Y la riqueza se mantiene como una de las grandes aspiraciones de la sociedad, de antes de mi abuelo y de la de después de mi abuelo!

Podría decirse que desde siempre los hombres ambicionamos ser ricos, como si la fortuna personal fuera una forma de protegerse contra el infortunio y contra los males del futuro.

Jesús enseñó sobre la riqueza y advirtió lo difícil que sería para los ricos entrar al Reino de los Cielos. Por qué? Simplemente porque quién tiene en su corazón al dios dinero, no será aceptado por el Único Dios Verdadero!

Cada vez que recuerdo el refrán de mi abuelo, recuerdo que las ambiciones humanas son tan torpes y mezquinas, como somos todos y cada uno de nosotros.

Nadie se puede considerar excepción en este tema!

La riqueza verdadera, la más importante de todas, es ser aceptados en el Reino!

Proverbios 11:23

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com