El evangelista analfabeto

DEVOCIONAL

Hay pocas historias de las que tengo un recuerdo más cariñoso, que la del evangelista que era analfabeto. Cuando la escuché por primera vez me asombró.

Las siguientes veces que la repetí, me resultaron consoladoras porque comprendí la Grandiosa Obra que Dios puede hacer en la vida de las personas.

El evangelista era un hombre que vivía en la más extrema pobreza, pero cada día encontraba la forma de transitar difíciles caminos para llegar a algún humilde poblado, donde predicar el Evangelio.

Así como yo me sorprendí, porque era analfabeto, también las personas que lo escuchaban se asombraban y muchas no entendían como era posible que sin saber leer y escribir, pudiera hablar con tanta elocuencia de la Palabra de Dios.

La respuesta era tan sencilla, como él mismo la explicaba: No pude estudiar, pero sí escuchaba primero a mi abuelo y después a mi padre, que me hablaban de Jesús. Y así aprendí, de oír…!

Romanos 10:17
ES –
Así que la fe es por el oír,
y el oír, por la palabra de Dios.

PT – De sorte que a fé é pelo ouvir,
e o ouvir pela palavra de Deus.
 

Diego Acosta / Neide Ferreira