EL ABUELO SALOMÓN
Como empezar un texto teniendo en el corazón la tristeza que provoca la propia maldad, la que
muchas veces inspira desear lo peor para alguien con el que tenemos graves diferencias?
Como es posible que el corazón pueda desear tanta desgracia a una persona?
Solamente se explica porque nuestro corazón es el origen de todas las emociones y de los sentimientos, que muchas veces nos llevan a cosas tremendas.
Quién tiene la maldad en su interior, vive y piensa con ese impulso que primeramente destruye a quién lo alimenta, con rencor o con envidia.
Esto recuerda esa penosa anécdota de un hombre que le pregunta otro que estaba haciendo y recibe como respuesta: una fosa. Y entonces el que inició el diálogo le replica: Cuídate de no caer en ella.
Para curar los impulsos de maldad, lo primero que deberíamos hacer es perdonarnos nosotros mismos y perdonar a los demás. Y mucho más si se trata del Prójimo.
Diego Acosta