LA ODIOSA INQUIETUD

EL ABUELO SALOMÓN

Sin razón alguna que podamos identificar rápidamente, a veces nos enfrentamos con algo en nuestro interior, que nos altera y nos preocupa.

Se trata de la inquietud que no podemos controlar, pero que un día tras otro, nos lleva a pensar que será lo que nos está ocurriendo, para que nos encontremos en esta situación.

Cuesta mucho esfuerzo tratar de encontrar las razones para la inquietud y lo peor, es que en la mayoría de las ocasiones que lo intentamos, no logramos ningún resultado.

Cabría entonces la pregunta: que estoy buscando, realmente?

Una explicación o una razón?

Si se trata de lo primero, es más que difícil que podamos hallar una explicación, porque no hay signos que nos lleven a tener claro, porque hemos perdido la paz.

Si se tratara de una razón, la respuesta es más compleja todavía, porque en principio no vemos nada que nos pueda clarificar el origen de la situación que nos aflije.

Finalmente podríamos preguntarnos: Y si estuviéramos buscando en las razones del mundo y nos estuviéramos equivocando?