En más de una ocasión Jesús debió llamar la atención de los discípulos, para que no obraran a impulsos del entusiasmo.
Podemos preguntarnos si tiene algo de malo el entusiasmo?
Es evidente que no podemos contradecir al Hijo del Hombre, pero sí podemos aclarar cuando el entusiasmo no resulta bueno, hasta el punto de ser amonestados por ÉL.
En algunos casos, porque el entusiasmo puede estar mal empleado, utilizado cuando las circunstancias aconsejen lo contrario, la prudencia por ejemplo.
Como alternativa a esta situación, debemos de tener extremo cuidado, porque podemos obrar con entusiasmo pero basados en pensamientos equivocados.
O en enseñanzas que no se corresponden con la lectura literal de la Palabra de Dios, como debemos hacerlo, para no caer en el grave error de interpretar al Autor.
Como hombre que soy con tendencia al entusiasmo, estas reflexiones son una gran ayuda, para tratar de pensar antes de obrar. Y sobre todo para no alentar a otros, a obrar equivocadamente.
Proverbios 3:26
Porque Jehová será tu confianza,
y él preservará tu pie de quedar preso.
Provérbios 3:26
Porque o Senhor será a tua esperança
e guardará os teus pés de serem presos.
Diego Acosta / Neide Ferreira