ESTUDIAR

Si nos imaginamos la posibilidad de tener a nuestra disposición una fuente permanente de energía, con toda seguridad nos encargaríamos de usarla al máximo en todo momento.

Esa energía la utilizaríamos para iluminar al máximo nuestra casa, empleando todos los equipos inventados y también para que el exterior luzca de la mejor manera durante la noche.

Estamos hablando de energía eléctrica. Pero comreading4o es fantasía descartamos la idea, pensando que como no es posible disponer de una alternativa como esa la dejamos de lado.

Sin embargo tenemos una fuente maravillosa de sabiduría que empleamos muy poco y hasta con cierta displicencia a lo largo de nuestra vida, ignorando el contenido precioso que tiene.

Estamos hablando de la Palabra de Dios, ese privilegio que nos ha sido dado a los hombres para que aprendamos de la mayor fuente de Sabiduría que podamos utilizar.

La tenemos disponible todos los días de nuestra vida y sin ninguna clase de límites, solamente con la condición que para utilizar todo lo que nos ofrece, debemos estudiar.

Ese es el gran secreto de la Palabra, que la debemos estudiar no solo para comprender lo que está explícito, sino para que con la ayuda del Espíritu encontremos los maravillosos tesoros que nos tiene reservados.

Salmos 119:73
Diego Acosta García

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