FAMILIA

Un poco tiempo antes de casarse un joven preguntaba a los varones mayores como era el casamiento, como cambiaba la vida y sobre todo estaba preocupado por tener un futuro sin sobresaltos.

El tema fue abordado con la máxima seriedad obviando los consabidos comentarios, entrando plenamente en el fondo de la cuestión, dando por buena la preocupación del futuro esposo.

Como casi todos nosotros, él pensaba que por el hecho de ser creyente no debería afrontar problemas ni situaciones graves, difíciles y por supuesto también desagradables.

Esto relacionado con el matrimonio debería interpretarse que la vida en común no tiene absolutamente nada de sencilla ni menos de fácil. Todo lo contrario.

Es precisamente por la Gracia que recibimos de encontrar a la ayuda idónea o al hombre correcto, que es posible mantener vivos los principios del matfamily5rimonio.

Explícitamente le aseguramos que frente a las dificultades debemos olvidarnos de los atajos que propone el mundo para buscar salidas rápidas a los problemas conyugales.

Si nos casamos delante de Dios debemos olvidarnos de la existencia de la ruptura del vínculo. Por el contrario, debemos defender y preservar el matrimonio de todas las acechanzas que con seguridad enfrentaremos.

Casarse le comentamos al joven hermano, no significa solamente vivir al lado de una mujer, representa un gran desafío espiritual para consolidar una relación y poder recibir la Gracia de la descendencia.

Génesis 2:24
Diego Acosta García

www.septimomilenio.com

Deja una respuesta