Con profunda preocupación escuché a un joven líder hablar de su cansancio ante lo que llamó el bombardeo del mundo.
Le pregunté que era exactamente lo que quería decir con eso y su respuesta fue más preocupante todavía. Dijo que a veces no sabía cómo responder ante la avalancha de ideas y malos ejemplos que recibíamos a diario.
La primera respuesta que me vino a la mente, fue la de exhortarlo a que se volviera a la fuente de nuestra fe, a Jesús.
Lo curioso fue que comentó que eso era lo que hacía y que a pesar de ello, seguía con la preocupación acerca de la influencia mundana.
Entonces vino a mi boca la palabra FIRMEZA, que no es otra cosa que reafirmarse en todo aquello que el Hijo del Hombre nos ha enseñado.
Sin mirar ni a izquierda ni a derecha para no apartarnos del Camino verdadero, ni tampoco caer en las tentaciones de los atajos.
Confieso que sigo preocupado por este joven y sigo orando por él, para que verdaderamente puede centrarse en la Única Verdad que tenemos los hijos de Dios!
Isaías 25:1
ES – Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.
PT – Ó Senhor, tu és o meu Deus; exaltar-te-ei e louvarei o teu nome, porque fizeste maravilhas; os teus conselhos antigos são verdade e firmeza.
Diego Acosta / Neide Ferreira