GUÍA

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La primera vez que participé de una excursión con un guía experimenté una sensación, que luego me serviría de gran valor.

El guía nos había dado una serie de recomendaciones para no carecer ni de agua ni de alimentos y tampoco del suficiente abrigo para el frío.

Cuando comenzamos a recorrer el principio de lo que sería el largo camino de la excursión, advertí una pequeña duda en el hombre que nos guiaba.

En ese momento pensé que se trataba de mi imaginación y también de mi falta de confianza en la persona que habíamos contratado.

No dudando específicamente de él, sino pensando en que cualquiera se podría perder en un lugar tan difícil como el que transitábamos.

Cuando las explicaciones nos iban trayendo luz sobre lo que estábamos mirando, el viaje debió interrumpirse ante la perentoria necesidad que tenía una de las personas del grupo de recibir atención médica.

Puede que haya sido una mera impresión personal, pero creo que había en el rostro del guía una especia de alegría por volver hacia atrás.

Con los años que han pasado recordando este episodio comprendí mis dudas: Sencillamente no había confiado en el guía, por la única razón de que cualquiera se puede equivocar.

Puedo comprender que depositar la confianza en un guía en algunos casos puede ser muy útil, pero siempre resultará peligroso.

La única Guía en la que debemos confiar es en la del Señor! Es la Única segura en el difícil camino que tenemos por delante.

Jeremías 17:7

Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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