Se ha dicho y con bastante razón, que una de las formas de manifestar la sabiduría, es hablar solo lo necesario…
Sin embargo hay otras ocasiones donde hablar no solo es necesario, sino que es imprescindible para tener tranquila a nuestra conciencia.
Hace unos días me encontré con la típica situación en la que era evidente, que lo más cómodo y hasta lo más seguro era permanecer en silencio.
Pero casi de inmediato comprendí que se trataba de lo que me convenía y de ninguna manera, era lo que en verdad debía hacer.
Hablar a pesar de que podríamos casi saber con certeza cuál sería la respuesta, pero esa especulación es indigna si decimos que estamos trabajando para extender el Reino.
Así que hablé!
Y como me lo había imaginado lo que dije no gustó y hubo poca voluntad de disimularlo. No era lo que me convenía, pero era lo que debía hacer para ser fiel al Eterno!
Efesios 6:6
No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres,
sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios.
Efésios 6:6
Não servindo à vista, como para agradar aos homens,
mas como servos de Cristo, fazendo de coração a vontade de Deus.
Diego Acosta / Neide Ferreira