DEVOCIONAL
Alguien sabe hacia dónde vamos…?
Tratando de ser coherente, intentaba valorar todo lo que ocurre y como nos afecta. Y la primera conclusión es que efectivamente no sabemos hacia donde nos dirigimos…pero lo hacemos marchando con gran rapidez.
Es contradictorio porque obramos a una velocidad de vértigo, pero sin saber hacia dónde…!
Este movimiento nos impide razonar, pensar, acerca de lo que estamos haciendo y si no sabemos en qué dirección debemos ir, menos sabremos discernir entre lo que es importante y lo que es urgente.
Así es como vivimos en estos tiempos, que tienen mucho en común con lo que enseñó Jesús, a propósito de los tiempos del fin, cuando dejó claro que estaríamos desorientados y que la maldad prevalecería y el amor se enfriaría.
El vértigo es como la molicie, peligroso porque hacemos mucho y peligrosa porque hacemos poco. Lo importante es encontrar el equilibrio y eso solo se logra, despojándonos de la ansiedad del mundo y dirigiendo nuestra mirada hacia el Hijo del Hombre.
Proverbios 8:33
Atended el consejo, y sed sabios,
y no lo menospreciéis.
Provérbios 8:33
Ouvi a correção,
não a rejeiteis e sede sábios.
Diego Acosta / Neide Ferreira